War Cry, de Brian McClellan


Brian McCllellan es un autor de fantasía norteamericano que lleva en mi radar muchos años. Leticia Lara es una gran fan de sus novelas y lo cierto es que me fío muchísimo de su criterio. El caso es que ahora mismo tiene trilogía y media publicada y son novelas de mínimo 500 páginas. Y no estoy por la labor (sobre todo después del desencanto con Oathbringer (Juramentada). Por ello fue una oportunidad especialmente adecuada que la editorial paralela de Tor, Tor.com, publicara esta novela corta en un universo totalmente nuevo pero con elementos muy parecidos a los de sus otras novelas de fantasía, es decir, fantasía bélica, o como he leído por ahí Powder Fantasy (fantasía de pólvora). War Cry ha sido un poco bajona del hype, pero en general la recomiendo. Aunque con peros. Vamos a ello.

War Cry presenta un batallón de soldados que montan guardia en un monte en medio de una especie de desierto rocoso. Vigilan los pasos del enemigo y sus intenciones de avanzar terreno para montar una nuva base. En este escuadrón conocemos a distintos personajes y sus habilidades. Los principales son la maga del grupo, una chica muy joven con la habilidad de volver invisible el monte donde se ocultan, el piloto, hermano de la maga y quien se ocupa de salir con una pequeña avioneta a por munición y recursos, y el capitán, un cambiaformas que puede transformarse en una bestia descomunal con mucha resistencia y velocidad. Una especie de fuerza de choque, un tanque, vaya. En la novela el escuadrón decide asaltar un avión de suministros del enemigo ya que su propio ejército los tiene olvidados, y ahí es cuando descubren que no todo es como creían y que hay traiciones en ambos bandos.

Poco más. War Cry va de eso, de un grupo de soldados harapientos, hambrientos y cabreados. Con un tono gritty (sucio, oscuro), McClellan desarrolla una genial historia de personajes. Pronto conocemos las fílias y fobias de casi todos los miembros del escuadrón y sus motivaciones, las relaciones interpersonales que hay entre ellos y su modo de reaccionar ante ciertas situaciones. Lo cierto es que me ha sorprendido la gran habilidad del autor para construir personajes tan vívidos en tan pocas páginas, y en este sentido le doy un notable alto. Otro tema ya es la trama. O las escenas de acción, que buf. Pero vamos con la trama. Ya, no es original, pero ese no es el problema. No deja de ser una excusa para que los personajes hagan cosas y les pasen cosas. Para mí lo negativo es en cómo lo desarrolla. A veces me ha parecido que de tan simplón parecía una película de sábado tarde con actores de serie B. La historia es completamente lineal, no hay sorpresas y me ha parecido una historia bastante perezosa. De A a B y de B a C. A ver, que tampoco está mal, porque tiene buen ritmo, pero me esperaba algo "más", sin saber qué significa ese "más". En cuanto a las escenas de acción... Siendo McClellan un autor de fantasía bélica, ¿qué narices es esto? En muchas ocasiones me han parecido ridículas, con descripciones que me resultaba muy complicado imaginarme la acción. En este sentido he tenido la sensación de que la acción estaba escrita por un novato y no por un autor com 5 novelas muy tochas a sus espaldas. Espero que se deba a algo del formato corto y no sea lo habitual con el autor, porque entonces creo que los 5 libros que tengo comprados en casa se van a ir a la biblioteca de cabeza.

En general es una novelita corta (menos de 200pgs) que me ha gustado bastante, he sufrido con los personajes y me ha importado lo que les ocurría. Y en general no me ha aburrido y he logardo terminármela en una tarde, que ya es mucho más de lo que consigo con otros libros últimamente. El caso es que si es tu primer McClellan quizá te quedes como yo, con un sabor agridulce. Tengo la ligera impresión de que no es una novela representativa del autor en algunos aspectos y tengo esperanzas de que sus novelas largas estén mejor construidas. Veremos.



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