Summerland, de Hannu Rajaniemi




Note: You can read this review in English at Odo's blog: Sense of Wonder

Lo reconozco, siento cierto respeto antes de ponerme con una novela de Hannu Rajaniemi. El ladrón cuántico (Alamut, traducción de Manuel de los Reyes) supuso un reto y fue bastante duro. Además lo leí cuando todavía no era muy aficionado a la CF-hard. Es una obra repleta de ideas complicadas, pero es impresionante y tiene esa sensación de la maravilla. No me ocurrió lo mismo con su antología titulada Collected Fiction que leí hace unos años y que fue, por decirlo de algún modo, una lectura extraña, pues no me acabó de gustar y tuvo más relatos flojos que buenos. Ah, y esto se suma a que hace unos meses decidí no reseñar libros que me hayan disgustado. Con Summerland hago una excepción. Primero porque la editorial me envió una copia digital, y segundo porque creo que tiene bastantes ideas interesantes que quizá os puedan interesar.

Summerland sucede en Europa, durante la Guerra Civil española y se cuenta como una crónica o historia de unas guerras secretas que tienen lugar entre los países europeos principales previo a la Segunda Guerra Mundial. Sí, es una novela de espías. Pero no al uso. La fantasía aparece cuando se descubre una especie de portal al "más allá", y la muerte y la vida dejan de tener importancia. Se pueden comunicar con los muertos e incluso pueden entrar en este mundo alterno. Esto provoca una lucha para ver quién se hace con el control de este más allá. 

Hannu Rajaniemi mezcla historia, eventos y personas reales con personajes y ficción, y esto otorga perspectiva y un punto de anclaje para el lector. Lo malo, y siempre hay algo malo, es que los caracteres parecen poco usados, poco aprovechados. Algunos personajes parecen simples herramientos, constructos, y otros son algo como "eh, oye, mira a este tío, aparece aquí y es una persona real". No puedo evitar comparar Summerland con Los últimos días de Nueva París de China Miéville (Nova, traducción de Sílvia Schettin), que me estalló el cerebro. Miéville consigue en esa novela lo que Hannu Rajaniemi no en esta.


Summerland ha sido una novela que llevamos tiempo esperando, y entiendo que el autor haya tenido mucho trabajo con el libro, pero se nota que es un trabajo problemático. La ciencia juega un rol importante en el libro, aunque en general pasa demasiado desapercibida. ¿Es contradictorio? Sí y yo. El caso es que Rajaniemi, todo y presentar una novela de fantasía, trata de dar soluciones plausibles a ciertos elementos, aplicando ideas con cierta base científica, aunque esto luego no tenga peso en la novela. Y luego tenemos la inserción de una discusión superficial y nada trabajada de los problemas de género. Es como si los personajes gritaran de forma muy poco sutil cosas como "mirad, las mujeres pueden ser fuertes". Algo que, realmente, pasa como poco creíble y algo tosco y mal trabajado. Hubiera disfrutado más si el autor hubiera pulido estos elementos para hablar de políticas que son realmente problemáticas hoy en día.

En definitiva, la novela tiene idaes interesantes como el método para viajar a ese más allá con un tiquet que hay que comprar y que ayuda a que el alma quede pegada a este mundo, de modo que no desaparezca y el personaje pueda volver. Pero en general el libro da muchas vueltas, rodeos, la trama se estira y parece que nada lleva a ninguna parte. Hay muchas ideas malas, sí, pero prefiero no comentarlas todas porque no terminaríamos. En general no lo he disfrutado, se me ha hecho aburrido y lento, pero quizá con lo que os he contado os pique la curiosidad. Yo, por mi parte, seguiré la carrera de Rajaniemi, autor finlandés afincado en Escócia que me interesa muchísimo.

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