El pozo de la ascensión y El héroe de las eras de Brandon Sanderson


Nota previa: Esta reseña conteniente spoilers de El imperio final al tratar sobre la segunda y tercera parte de una trilogía, pero no contiene spoilers de El pozo de la ascensión ni de El héroe de las eras.

El pozo de la ascensión
El pozo de la ascensión es la segunda entrega de la trilogía Nacidos de la bruma  y sigue la estela de El imperio final. Si esta primera novela se puede leer como tomo autoconclusivo, ocurre todo lo contrario con la segunda parte. El pozo de la ascensión es una novela puente entre el inicio y el desenlace de la trilogía y probablemente por esa misma razón pierde algo de fuerza durante su narración. La trama principal, a diferencia del primer tomo, no cierra, aunque sí que ata algunos cabos, deja el terreno llano para el desenlace de la trilogía.

Sanderson nos narra cómo Luthadel está inquieta y convulsa tras la muerte del Lord Legislador. Elend es elegido rey del dominio central pero este mismo tiene diferentes feudos cuyos lores quieren obtener el poder. En el tomo anterior el mal principal era el Lord Legislador, en este tomo la trama se torna mucho más política, repleta de intrigas palaciegas y traiciones. Como hemos visto en otras novelas  del mismo autor, Sanderson es una persona filosóficamente inquieta y utiliza tramas como la de Elend para reflexionar sobre la autoridad y el poder. Éste se planteará cuál es la mejor forma de gobernar a un pueblo y se debatirá entre ser demasiado totalitario o democrático. Ambas facetas acabarán aportando diferentes perspectivas a la historia y sus reflexiones irán cobrando profundidad. Vin tendrá otras inquietudes quizá más propias de la novela fantástica, pero aun así muy interesantes. ¿Qué es lo correcto? ¿Cómo hacerlo? O ¿Por qué? Son algunas de las preguntas que la joven alomántica tendrá responder  mientras trata de evitar atentado tras atentado contra la vida de Elend. Por otra parte, Sazed se encierra en si mismo y reflexiona sobre la religión, la cultura y la memoria histórica. Quizá de todas estas “tramas filosóficas” la que más me ha interesado ha sido esta por los temas tratados.


Siguiendo con los personajes, Elend que en la anterior novela tenía un papel totalmente secundario, cobra en esta segunda entrega un protagonismo equiparable al de Vin. Creo que es un personaje al que le falta carisma para enganchar al lector, pero cuyas reflexiones con un contenido de doble moral nos dejarán con el interrogante en la cabeza. Elend todavía juega un papel pasivo en esta novela, pero que irá incrementando en importancia según avance la novela. Vin es uno de los mejores personajes que ha creado Sanderson. Un personaje dotado de matices y de profundidad, con el que es muy sencillo conectar y que contiene todo lo destacable de los otros personajes. Hay escenas que rozan el Deus ex machina pero Sanderson sabe resolverlas de forma muy inteligente. La acción desarrollada por Vin es impresionante y en concreto, una escena a mitad del libro, está escrita con la intención de que se quede grabada en nuestra memoria. Personalmente Sazed como personaje me parece un tostón. Antes he dicho que su parte filosófica me parecía la más interesante, pero él como elemento de la novela me provocaba aburrimiento. Así como Elend y Vin tienen unos capítulos más dinámicos y ágiles, Sazed se pasa gran parte de la novela encerrado en un despacho. Algo que a mí me sorprendió tras leer el final de la anterior novela. Y hay un gran vacío, Kelsier. La novela adolece la pérdida del personaje más carismático de El imperio final.

Ilustración de Marc Simonetti para la edición brasileña de la trilogía. Fuente.
Se ha hablado mucho de que Sanderson es un personaje que hace una fantasía poco oscura. En Nacidos de la bruma la trama en general es oscura, un mundo donde no existen apenas los vegetales, donde no hay colores y apenas hay luz debido a las brumas; donde diferentes feudos desarrollan una lucha de poder. Hay esclavitud, muerte, pobreza, miseria y violencia. Pero si algo caracteriza las novelas de fantasía contemporáneas es por su crudeza y esto Sanderson lo evita de forma muy elegante. A pesar de que Vin mata a cientos de personas, jamás los escucharemos gorgotear, o arrastrarse por el suelo tras un reguero de sangre. Una vez que el enemigo muere, este desaparece. Tampoco veremos violaciones ni sexo. Este es un detalle que echo en falta cuando leo a Sanderson y que sí encuentro en otros autores como Abercrombie. 

El héroe de las eras
Y llegamos al volumen que cierra esta trilogía y quizá el que menos me gustó de los tres. Y no porque sea un libro flojo, o cojee en algún tramo, para nada. De hecho es el que tiene mejor ritmo de todos, donde los personajes despliegan todas sus habilidades, donde los combates son más trepidantes. No, El héroe de las eras falla de forma brutal en el final. La resolución del libro me pareció tan incoherente, tan sacada de la manga, que llegué a sentirme engañado por el autor. No os voy a dar más pistas porque sería rozar el spoiler.

Y repito, tan solo me quejo del final, por su incoherencia, por su Deus ex machina. La novela es la mejor de las tres por varias razones. El argumento funciona mejor que el de las dos novelas que la preceden, el ritmo está más controlado. Tanto el lenguaje y la narrativa han madurado considerablemente. Los personajes han adquirido profundidad y en respuesta a esto, una parte de oscuridad añadida.  En esta tercera novela el argumento se desarrolla frenético durante 770 páginas. Lo sé, son una barbaridad, pero Sanderson consigue que la trama no decaiga en ningún momento. Los personajes estarán en peligro constante y las respuestas a misterios serán cada vez más claras. 

Fan Art de Elend y Vin. Fuente.
Si tuviera que destacar algún elemento de las novelas de Sanderson, me quedaba sin pensarlo mucho con los sistemas mágicos. Por algo Miquel Barceló, en los prólogos de las ediciones de Nova dice que Sanderson hace una fantasía “científica”. El sistema alomántico, como bien explicó Sergio, tiene una lógica y coherencia espectaculares, además de ser totalmente original. En estos dos volúmenes vemos una evolución enorme respecto al inicio de la trilogía. El conocimiento sobre la alománcia y la ferruquímia va creciendo, y con ella sus posibilidades se vuelven inmensas. Sanderson aplica al 100% su teoría de las leyes de la magia y en mi opinión, en esta trilogía es donde más coherencia tienen. Son novelas que vale la pena leer tan solo por maravillarse con los metales y los Nacidos de la bruma.En El héroe de las eras se introduce un tercer elemento mágico, la Hemalúrgia (como habréis deducido, tiene algo que ver con la sangre).


Una vez terminada la trilogía queda una visión global de la misma. Cada uno de los libros se centra en un tema que destaca sobre el resto, en El imperio final el argumento central gira en torno a una revolución desde el pueblo skaa. El pozo de la ascensión los esfuerzos del gobierno de Elend por sobrevivir tras la revolución y el asesinato del Lord Legislador, en resumen, de cómo reestructurar un gobierno y una sociedad tras una crisis política; y el tercero  está más centrado en la mitología propia de la obra y en la religión, donde Sazed cobra su merecido protagonismo. En este último libro conocemos más sobre Ruina y Conservación y su papel tanto en la trilogía como en el Cosmere.

La trilogía, que empieza con una trama aparentemente simple, acaba con un final apabullante y totalmente inesperado. Sanderson ha creado una de las mejores trilogías de fantasía épica contemporánea, dejando atrás los tópicos y estereotipos que definen la fantasía clónica a la que estábamos acostumbrados. Brandon Sanderson tiene una secuela publicada de esta trilogía titulada Aleación de ley ambientada tres siglos después de estos hechos, y donde la sociedad se ha desarrollado industrialmente y hay electricidad y trenes de vapor, entre otros ejemplos. Esta secuela no sigue el tono épico de la trilogía si no que es mucho más humorística y desenfadada. Además Sanderson ha anunciado una segunda trilogía ambientada en el mundo de Nacidos de la bruma, aunque no tiene fecha.

Como conclusión, creo que si no os asustan unas páginas deberíais leer esta imprescindible trilogía. Sé que recomendé leer Elantris para los neófitos del autor, pero Nacidos de la bruma es cien veces más rompedora e impresionante que Elantris. Quizá Elantris es la presentación al autor, pero Nacidos de la bruma es la poción mágica que hará que el lector no pueda evitar (a partir del momento de terminar esta saga) buscar a Sanderson entre las estanterías de cualquier librería.

Comentarios

  1. "La resolución del libro me pareció tan incoherente, tan sacada de la manga, que llegué a sentirme engañado por el autor. No os voy a dar más pistas porque sería rozar el spoiler."

    Alex me ejemplificas un apartado de uno de mis Artículos ;)

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  2. Como no he leído aun El imperio final he pasado de largo por la entrada de hoy (gracias por el aviso de spoiler xD). Pero no te preocupes que tengo toda la intención de leerlo en cuanto pueda, si hasta ya lo tengo en la estantería y todo... Aunque aun tendré que esperar que me está al llegar El Rithmatista... :P

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  3. Una pregunta, por curiosidad, ¿Por que decís que Vin contiene todo lo destacable de los demás personajes? Dejando de lado la pregunta, si, es una trilogía maravillosa e impactante , muy sorpresiva e espectacular.

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