En estos días convulsos, nunca viene mal recordar palabras como las de Eduardo Galeano. Su voz poética sumada a la preciosa música de Bosques de mi Mente, a los que ya dediqué en su día una entrada, nos transportan a varios mundos. Primero lo que sientes es que te va a sumergir grandes frases para pensar y de pronto te das cuenta de que no es solo eso, va mucho más allá. Estas palabras están tan cargadas de verdades que te golpean el alma directamente. Sin entretenerme más os dejo el video, que hace bastante tiempo que ronda mi lista de favoritos, pero no encontraba ocasión para postearlo.
Aprovechando esta reflexión, paso a escribir la mía. Empecé a pensar en este post cuando salí del cine, tras ver la película: “La voz dormida”. Mi pregunta inicial fue: ¿Por qué las personas tenemos miedo a pensar diferente? ¿Por qué tenemos miedo a preguntar, a dudar y a expresar nuestras opiniones, aunque erróneas, en público?
Todos tenemos derecho a equivocarnos y por lo tanto a corregir nuestros errores. Uno no nace sabiendo, eso lo sabemos todos, o por lo menos todos los que queremos saberlo. El problema es que hay gente que lo sabe, pero no lo lleva a cabo. Prefieren hacer ver o simular algo que no son, o que no saben. ¿Por qué digo esto? Porque creo que en este país hay mucha gente que tiene miedo a preguntar, a saber cosas sobre el día a día, a asegurarse de que no es una mentira. Es mucho más fácil dejarse llevar y confiar en que todo mejorará. Pero las cosas no se arreglan de esta forma.
La curiosidad no es mala, nos nutre de información, de detalles y matices que llenan nuestra percepción del mundo donde vivimos y lo modelan bajo una argamasa de lo que vamos recogiendo. Me cabrea ver lo fácil que se nos distrae como a peleles, con cualquier cosa nos callan y nos dejan postrados en el sofá, o en cualquier otro lugar. Ya no me refiero solo a la tele, a todo ocio que no aporta ningún tipo de esfuerzo mental, y si es competitivo mejor.
Me hizo gracia saber que una reforma del gobierno de la Alemania de entre guerras fue aumentar horas de trabajo y rebajar sueldos a los trabajadores. ¿Solución para que no se quejaran? Una semanita de vacaciones pagadas y a callar la boca.
Yo creo que somos mucho más que eso. Cada uno de nosotros es un mundo, totalmente diferente, y necesitamos preguntar, curiosear y no dejarnos atrapar por la red de la desinformación.
Creo que se debería preguntar más y una vez satisfechos teorizar, y cuando esta teoría sea refutada, analizar el por qué, y si lo vemos adecuado, cambiar nuestra teoría a una más a nuestro gusto, siempre bajo el respeto, siempre bajo la tolerancia.
Porque somos polvo de estrellas.
Siempre me gusto este vídeo, ponérmelo cuando se que estoy a punto de rendirme o perdiendo la capacidad de mirar en un lugar entre mundos.
ResponderEliminarPara no variar, buena entrada
Un saludo
Gracias Alai por el comentario. La verdad es que solo con escuchar la voz de Eduardo Galeano, uno ya se anima y si encima le pones la música de Bosques de mi Mente...
ResponderEliminarMuchas gracias por pasar. Un abrazo!
Las palabras de Galeano resuenan fuerte en el fondo de mi alma desde hace años... será por ello que a veces mis compañeros y mis cercanos... dependiendo de lo que digo.. de lo que hago.. de lo que no tengo...de lo que no quiero tener...de lo que me pregunto... me miran con cara de extrañeza y como que les doy un poco de "pena"... ??? :-)))
ResponderEliminarAhí seguimos y ahí seguiremos... camino del
"delirio" personal y siendo un nómada entre mis bosques y mis montañas...
Un saludo bajo la lluvía...
Es que Galeano es mucho Galeano, je.
ResponderEliminarSiempre he defendido que lo que hace falta es más gente que nos invite a pensar, no que nos diga qué pensar.
Actualmente, actualmente... Actualmente, al igual que desde siempre, la población humana se contenta con no tener que hacer esfuerzos. Mejor no pensar, se dicen, porque si no sacas la cabeza de debajo de la manta los monstruos no pueden verte. Todos saben que la mejor defensa contra el hombre del saco es la franela azul.
Pensar, curiosear, indagar. Ésas son las señas humanas. ¿Dónde se han quedado? La mejor manera de controlar a las personas es deshumanizarlas, y para deshumanizarlas lo mejor es quitarles la chispa que les hace humanos. No, lo mejor es convencerles de que sean ellos mismos quienes la abandonen, quienes crean que hacer funcionar la mente no merece el esfuerzo extra.
El problema es que surte efecto. Y así tenemos la sociedad, una masa de borregos que sólo desean pacer y dormir, sin que les importe que les esquilen periódicamente... y sin darse cuenta de que no son más que reses a las que se engorda para el sacrificio.
Pekas: Me llena de júbilo ver que no solo a mi, Galeano provoca ese gran efecto soñador. Un saludo bajo la lluvia pues :)
ResponderEliminarRadagast: Tienes una gran razón. Por eso hay que intentar despertar la curiosidad de los dormidos, y mantenerla despiertos los que soñamos con los ojos abiertos. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde!