Una de mis principales metas durante este #LeoAutorasOct es
reseñar todo lo que lea para el propio proyecto. Así que le toca el turno a una
de las primeras lecturas que cayeron, en este caso, un formidable comic. Se
trata de Monstress, con guion de
Marjorie Liu y dibujo de Sana Takeda (Ms. Marvel, X-23) que la editorial Norma
publicará en castellano en alguna fecha futura. Además, el primer volumen de
esta historia ha ganado el premio Hugo a mejor novela gráfica. Empezamos
intensitos el LeoAutorasOct. Así sí.
Bien, en Monstress
nos cuentan la historia de una misteriosa chica a la que le falta un brazo y
cuya actitud taciturna y violenta encaja a la perfección en un mundo violentísimo.
Esta chica es Maika Halfwolf, que demuestra en pocas viñetas que unas cadenas y
un calabozo en una mazmorra no la pueden detener. Ni siquiera una paliza con
una especie de porras eléctricas mágicas. Maika descubre con voz en off que
ella misma ha escogido ser encarcelada para encontrarse con cierta persona y
conseguir respuestas. Es aquí cuando vemos que Maika es una mujer
extremadamente peligrosa, agresiva y poco compasiva. (Aunque se lleva consigo a
dos niños arcánicos de lo más monos).
Ya que lo menciono, en la obra hay varias “razas” de seres:
los humanos, los ancients (¿antiguos?), una especie de raza antropomorfa de
variados animales con poderes, los gatos (estos son los más molones, sale un
gato con parche y katanas), los antiguos dioses, y los arcánicos, una mezcla
entre humanos y ancients. Estos últimos son los parias del mundo y a menudo son
tratados con desprecio y crueldad, sirviendo incluso para fines científicos con
experimentos aterradores.
La historia utiliza flashbacks para contarnos en pocas
páginas pedazos del pasado de Maika, aunque de forma críptica, pues hay que
mantener el misterio. El ritmo es ágil, y combina muy bien escenas de diálogos
largos con las de acción o sin texto, consiguiendo un equilibrio estupendo.
Además, entre cada capítulo tenemos un pequeño infodump donde un gato nos narra pedazos del mundo, mitología y
demás, (y que puedes saltarte si quieres, aunque no lo recomiendo).
El dibujo de Takeda es espectacular. Con una estética steampunk nada recargada, mezcla tonos
generalmente ocres con colores muy vivos para las magias o escenas concretas.
El trazo tiene un marcado estilo japonés, otorgando al comic una interesante
estética asiática. Hay viñetas que son realmente impresionantes, y el detallado
dibujo de la autora invita a contemplar con detenimiento muchas escenas.
En general, los personajes están muy bien definidos. Con
apenas un par de viñetas recordamos a este o aquel personaje, su actitud y sus
motivaciones. Quizá llame la atención (aunque no debería) lo poco normativos
que son los personajes en este comic, mostrando mujeres gruesas, delgadas, con
distintos tonos de piel y diferentes alturas. La variedad étnica se integra a
la perfección en la historia y no resalta como diciendo “eh, mírame, soy
multicultural”, sino que lo tomamos como “lo normal” (si me permitís la
expresión), creando un mundo rico, variado y palpable.
A estas alturas ya me he leído el segundo volumen, y
confirmo que la historia se pone todavía más interesante. Subtramas, giros de
guion y muchísimo misterio, violencia y criaturas aterradoras pueblan cada
página del comic. Personalmente, lo considero una de las mejores lecturas
comiqueras de 2017. Y no han sido pocas.
Boas Alex, buena reseña. Otro por aquí que lo esta leyendo por leoautoras. Voy lento porque no quiero que se acabe XD Menudo síndrome de Stendhal constante el dibujo de Takeda. Me alegro de que comentes que el segundo volumen mantiene el nivel. Un saludo!
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