Aki y el misterio de los cerezos, de Carlos Bassas: Yôkais y detectives samurai


A menudo compramos libros y por decenas de razones se quedan aislados entre tantas otras páginas repletas de caracteres, olvidados y sin que nuestros dedos repasen sus páginas. A veces compramos por una buena sinopsis, un título atractivo o por el impulso certero de que aquel libro es el que vamos a disfrutar. Ese fue mi caso. Aki y el misterio de los cerezos presenta una premisa que en el momento de comprar el libro me interesaba mucho. Japón feudal, aventuras y un misterio por resolver. Apenas conocí más de la novela que quedó relegada a una balda de mi estantería. Fue gracias a Marta de Leer sin prisa que retomé el libro (que ya me rondaba desde hacía unas semanas) para hacer una lectura conjunta y menuda maravilla descubrí.

La premisa del libro puede parecer sencilla a simple vista: Aki, un aprendiz de guerrero y a su maestro, Miyamoto, reciben órdenes de investigar un extraño caso sobre unos cerezos que han brotado rojo y se han secado después de sangrar sus pétalos sobre el suelo. Miyamoto es el Investigador de Asuntos Especiales del clan Date, mientras que Aki se forma para llegar a ser un samurái, como lo fue su padre. Miyamoto es un hombre de pocas palabras y que sigue aquello de: “Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio”. Aki es un chico entusiasta pero que carga un peso repleto de miedos y temores. Miyamoto, además de su maestro, es su padre adoptivo y Aki se debatirá entre las enseñanzas del bushido y su joven e impaciente carácter. Además al viaje se les unirá Ichiro, el mejor amigo de Aki.

Los personajes de Aki y el misterio de los cerezos no son muchos y destacan pocos. Ichiro es el cliché del amigo algo corto de mente y gracioso, que debido a su voluminoso cuerpo suele ser torpe y nos arrancará alguna carcajada debido a sus traspiés. Aun así, Ichiro irá evolucionando según avance la novela, aunque espero que en futuras entregas se desarrolle el trasfondo de este personaje del cual apenas conocemos nada. Además es un chico repleto de entusiasmo y alegría y será el contrapunto perfecto para Miyamoto. Miyamoto es quizá el personaje más interesante hasta media novela. Miyamoto se presenta como otro cliché, el maestro cuyos conocimientos son profundos, inalterable y de apariencia pétrea pero cuya ternura por su pupilo lo traiciona en algunos momentos. De Miyamoto conoceremos aspectos oscuros de su pasado que le dan una profundidad muy interesante al personaje. Miyamoto parece ser el protagonista de la novela hasta pasada la mitad de la misma, dejando a Aki en la sombra.  Aki por su parte no cobra el protagonismo que merece hasta esa segunda parte del libro, donde el tono del libro se vuelve mucho más oscuro y donde las cosas se ponen todavía más interesantes. Aki es un personaje interesante y cuya evolución puede dar mucho juego al autor en siguientes entregas.

El primer tercio del libro es introductorio. Nos encontramos en Japón (1605), en la era Edo (período en que Tokugawa Ieyasu ganó la batalla de Sekigahara y se instauró como Shogún de Japón. En 1605 Ieyasu abdica en favor de su hijo, Tokugawa Hidetada.) 1605 se presenta como un período de aparente paz, pero las recientes guerras han dejado heridas abiertas en el orgullo de muchos señores que intentarán atentar contra el actual Shogún. Este es un período convulso y lleno de traiciones y dobles intenciones que el autor, Carlos Bassas, representa con gran atino y acierto. El segundo tercio del libro nos presenta a los personajes y su investigación, de camino a su misión, donde irán reuniendo las piezas del puzzle y donde se nos sigue introduciendo a esa fascinante cultura japonesa. Carlos no nos empacha de información, a partir de pequeños detalles, utilizando los paisajes o con escenas buscadas, nos da pequeñas dosis de información; histórica, del bushido, de la religión imperante en aquel momento, de los distintos tipos de guerreros (aparecerá un monje guerrero muy interesante), del papel de los samurái, los diferentes estratos sociales (desde campesinos, a samuráis, pasando por otros trabajos mucho menos conocidos y realmente interesantes), la política del momento y las creencias mitológicas.

Sí, Aki y el misterio de los cerezos es una novela de fantasía. Quizá decir que lo es totalmente es exagerar, pero el elemento fantástico está presente y dota a la historia del ingrediente final. En el último tercio de la historia, el tono se vuelve mucho más oscuro. Nuestros protagonistas deben prepararse para una batalla que les llena de temor, el elemento fantástico, muy propio de los cuentos antiguos de Japón, se hace palpable (algo que en los dos tercios anteriores parecía puro folclore). Este es un gran acierto del autor. La novela puede recordar a una leyenda folclórica japonesa. Un misterio, una introducción en la cual creemos que será pura leyendo o una creencia infundada y un giro de guion final donde lo sobrenatural, como diría Daniel Aguilar (Japón Sobrenatural); lo fantástico, hace acto de presencia para dejarnos boquiabiertos.

La narrativa de Carlos es fluida y el tono se adapta perfectamente a cada momento de la novela. Pausado en unos momentos, tenso y acelerado en otros. La novela está escrita en primera persona, contada por Aki, de forma que la historia se adapta a la mentalidad del chico. El lenguaje sin llegar a ser sencillo no se hace pesado, por lo que no encontraremos un libro denso en filosofía budista ni sobre el bushido. No tendremos largos párrafos hablando del honor y la rectitud. Como si de un Kôan se tratara, Carlos nos deja pequeñas frases con las cuales reflexionar durante la historia. Pero lo que me ha impresionado más de la novela es ese logrado tono de literatura japonesa que logra el autor. Si no hubiera leído que Carlos Bassas es español hubiera jurado que se había criado en Japón. Tanto el tono, como la forma de actuar, pensar y dialogar de los personajes y la forma de describir durante toda la novela tiene un tono que recordará a muchos a novelas de temática histórica escritas por japoneses.

He leído en algunas reseñas que esta novela es considerada para público juvenil, algo que no he notado en ningún momento de la novela. Es cierto que el protagonista es un adolescente y es cierto que hay cierta história de amor entre él y una joven que no aparece en todo el libro, pero esto no tiene ningún peso en la novela (excepto para cierta escena con un yôkai, pero que se podría haber resuelto de cualquier otra forma sin la necesidad de la joven). Quizá en futuras entregas ella cobre un papel más importante. Como aspectos negativos no tengo nada que destacar. Quizá me ha faltado algún personaje femenino potente que diera perspectiva a la novela, y es que todos los personajes principales (y secundarios, menos la madre de Aki) son hombres. También destacar la falta de protagonismo de Aki durante prácticamente más de la mitad de la novela, siendo Miyamoto el verdadero protagonista de la novela.


Además me gustaría hacer un apunte sobre los aspectos históricos de la novela. Carlos se ha documentado de manera asombrosa, pocas veces me topo con un libro cuya documentación está tan trabajada y la novela no es de temática histórica, y es que Aki y el misterio de los cerezos es una novela de aventuras con fuertes elementos fantásticos. Soy consciente de que el hype o las expectativas siempre juegan en contra de una novela. En este caso y fruto de la casualidad empecé a leer sin recordar qué temas trataba la novela. Debido a que nunca leo las sinopsis y hay pocas reseñas de este libro, la lectura fue desde cero. Tampoco puedo afirmar que me gustara más o menos por este detalle, pero estoy seguro de que tiene un punto a favor de disfrutar la historia descubriendo todos y cada uno de sus detalles sin esperarme nada. Estar muy encima de blogs y de redes sociales literarias como Goodreads suele privarnos de ese efecto de lo inesperado. Privación que a menudo buscamos adrede por el miedo a equivocarnos escogiendo un libro. Aunque la reseña denota mi entusiasmo y eso puede impregnaros de forma que al leerlo esperéis encontrar mucho más de lo que quizá es, os aseguro que el libro es un viaje maravilloso a Japón, a 1605, al mundo de los yôkai. Estoy impaciente por ver qué nos depara Carlos en la siguiente novela de Aki, Carlos Bassas es uno de los autores más prometedores que he descubierto este año. Leer a Carlos Bassas es como dejar que Ruynosuke Akutagawa y Eiji Yoshikawa nos cuenten un cuento como los antiguos maestros hacían. Una experiencia grata que me ha recordado por qué me gusta leer.



No os perdáis la entrevista en directo que realizaremos a Carlos Bassas, Marta de Leer sin prisa y yo, el viernes 13 a las 19:30h en directo. Atentos al hashtag #DirectoAkiHonor donde anunciaremos el enlace al vídeo. La entrevista no contendrá spoilers, por lo que aunque no hayáis leído el libro podéis pasaros a escuchar al increíble Carlos y sus conocimientos sobre Japón, que seguro que os van a dejar impresionados. Además Marta abordará la faceta de escritor de novela negra del autor por lo que si os tira más este género, tampoco podéis perderos la entrevista. Si tenéis alguna pregunta para el autor, tan solo tenéis que usar el hashtag #DirectoAkiHonor y leeremos vuestras aportaciones durante el directo. ¡Os esperamos!



Comentarios

  1. No había escuchado nada de esta novela y va directa a mi lista de lecturas pendientes. Y yo que pensaba que era el único loco que escribiría de samuráis en España, y ya somos unos cuamtos :)

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