Goldfish a golpe de pincel


Una de las sensaciones más apacibles, y a la vez más contradictorias, es sentarnos frente una pecera, o frente un lago o rió, a observar a los peces nadar. Los sutiles movimientos nos distraen y nos transportan a un estado de reflexión importante. Muchas veces, cuando los observo, pienso en los bellos que son, pero yo, que estoy en contra del comercio de animales, (ya que no creo que sea moral ni justo comprar ni vender la vida, ya que nosotros no somos dueños de ninguna vida y muchos menos de la de seres más indefensos que nosotros, que luego vamos a ignorar o se nos van a morir por incompetentes o por vagos) no puedo evitar pensar en el calvario de vivir toda su vida en una pecera, en un lugar pequeño y claustrofóbico, donde dudo mucho que sean conscientes, pero no pueden disfrutar de una buena vida de pez, siendo devorados seguramente a los 2 meses de vida, o menos.

Nos viene rápidamente a la mente, una metáfora de nuestra sociedad y de cómo vivimos aglomerados en cubículos de 20m2. No entraré en este tema pues cada uno tiene su opinión. He decidido colgar el trabajo de este hombre porque me ha impactado la forma de congelar el movimiento. Parar el tiempo y el nado de esos peces de una forma tan palpable, y tan plástica como la pintura y la resina. Y es que quizá nosotros también estemos atrapados en resina, sin poder respirar  y sin poder salir a nado, ladeando nuestras colas e impulsándonos hacia la superficie.

Un trabajo artístico que da mucho que pensar.



Según he estado curioseando, el autor de estas obras de arte tan impresionantes es Riusuke Fukahori, y en el vídeo esta realizando "Goldfish Salvation" (la salvación de los Goldfish), que por lo visto se va a exponer en la galería ICN en Londres.

El autor pinta con acrílicos a los peces en diferentes capas que va llenando con resina, como podemos ver en el vídeo, de esta forma, al reconstruir nosotros la imagen nos da la sensación del 3D. Una maravilla sensorial.

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