Blackwing, de Ed McDonald


Grimdark, o no grimdark, he ahí la cuestión. Pues no, esa no es la cuestión. Y es que últimamente veo una inquina insaciable por determinar si un libro pertenece a una caja u a otra. Y con Blackwing nos podríamos encontrar con un problema. Pero vamos por partes. Blackwing es el debut literario en fantasía del autor inglés Ed McDonald, forma parte de la trilogía La Marca del Cuervo. Minotauro ha publicado no hace mucho este libro traducido por María José Díez Pérez. 

Blackwing nos cuenta la historia de Ryhalt Galharrow, un capitán o líder de una banda de mercenarios que malviven en una tierra fronteriza a La Miseria (una llanura donde habitan monstruos, criaturas aterradoras y en la que la muerte es algo seguro) con la República y los Reyes de las Profundidades. Por supuesto las ciudades están repletas de conspiraciones, de traidores, de ladrones y de espías que tratan con hacerse aunque sea con un granito de poder. En un mundo turbulento, oscuro y despiadado, los hombres como Galharrow son escasos, y él mismo siente que cualquier cosa que haga será inútil. Pero cuando una amenaza desconocida lo vela todo, Galharrow entiende que solo hay una posible defensa, activar La Máquina, un arma que supuestamente tiene el poder de proteger las fronteras de la Miseria. ¿Qué es esta Máquina? ¿Quién quiere impedirlo? ¿Por qué los asesinatos e intrigas palaciegas?

La novela de Ed McDonald empieza con un grupo de mercenarios liderados por Galharrow que se han adentrado en La Miseria para rescatar a unas personas, cuando de pronto, el tatuaje que lleva en el brazo cobra vida. De su carne brota un cuervo que le da nuevas órdenes. Aquí comienza la epopeya de Galharrow que dará tumbos de un lugar a otro, empujado y vapuleado por personajes que saben más que él y que nosotros mientras intentamos con el torturado capitán descubrir la verdad. La novela está narrada en primera persona y usa un estilo sencillo y llano, con figuras retóricas de cierto aire pesimista u oscuro. Con esto se crea una atmósfera negruzca y violenta que nos augura que las cosas no van a ir bien. Galharrow pronto entiende que no hay buenos ni malos, sino bandos enemigos, y él debe escoger el suyo. Todo el libro es él intentando ir por su cuenta, trata de hacer lo correcto, de tomar decisiones basadas en la moral, pero a lo largo del libro se da cuenta que para combatir a los monstruos hay que convertirse en monstruo.

En su grupo tenemos personajes secundarios que entran y salen de escena, una maga poderosísima, una pícara, etc. Con ello forman el típico grupo que encontraríamos en casi cualquier novela de espada y brujería o fantasía heroica. Aunque en general es Galharrow contra el mundo (o el mundo contra él. Me ha sorprendido la escasez de batallas y combates en la novela, y lo breves que son muchos de ellos. Entiendo que el autor sabe de esgrima, pero hay un par de combates que me han dejado de lo más frío y que se resuelven en "dos espadazos y muerto". Literalmente, pone eso en el libro. ¿Dónde está la tensión? ¿Qué efecto tiene la violencia? Aunque en general lo cierto es que la acción y los combates están bien narrados. Quizá sí me ha molestado lo irregular del ritmo, Galharrow parece que da tumbos de más de aquí para allá y la novela no avanza. Hay escenas clónicas donde va a un sitio a conseguir información, se encuentra problema y lo soluciona, sin que esto aporte ritmo al libro.

Otro elemento que me ha dejado un pelín frío ha sido el mundo, y es que es bastante genérico exceptuando esa Miseria, esa tierra yerma repleta de monstruos. Un mundo de fantasía pseudomedieval bastante normalito, todo sea dicho. Quizá me quedo con el protagonista, un hombre entrañable, torturado y el típico tío duro que no tarda mucho en mostrar su corazoncito. Se nota una barbaridad que es una primera novela, pero también debo aclarar que para ser un primer libro está por encima de la media dentro de las novelas de fantasía épica/heroica. Me hubiera gustado más desarrollo de personajes, menos viajecito sin sentido y menos diálogos que no llevan a nada. Las cosas como son, si es una novela de aventuras y acción, tiene que haber aventuras y acción. En definitiva, me he quedado con ganas de leer Ravencry, el segundo volumen de la trilogía, ya que el libro termina con un cliffhanger que me ha dejado los dientes largos. Si os apetece leer una novela de fantasía entretenida, divertida e interesante, Blackwing, de Ed McDonald, es vuestro libro.

Nota: Charlando con Albert Font en Twitter me plantea una pregunta de lo más interesante. ¿Es La Miseria realmente un lugar despiadado, o tenemos que fiarnos de la palabra del narrador? Lo cierto es que La Misería, lejos de parecerme un lugar desalentador, me ha parecido fascinante, y en muchas ocasiones inofensivo. Es más la paranoia de los propios personajes en el lugar que la narración misma o los acontecimientos. Lejos de ser un sitio de que quiero alejarme, me hubiera gustado conocer más del lugar. ¿Era esto lo que pretendía el autor?

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