No creo que nadie se esperase esta reseña, pero tanto mi compañero Dídac
como yo no podíamos dejar que este especial no tuviera una entrada dedicada a Words
of Radiance. El libro no verá la luz en nuestras librerías hasta verano de 2015 (si
todo va bien), pero cuando le comentamos la idea a nuestro anfitrión nos dio el
visto bueno sin pensarselo dos veces. Sabemos los peligros que puede conllevar
hacer esto, pero no temáis, tan solo hay spoilers del primer libro de la
saga y no del segundo.
Words of Radiance retoma la acción justo en el punto en que terminó el
primer volumen; El Camino de los Reyes; Por un lado tenemos a Kaladin
descubriendo sus nuevas habilidades mientras él y los del puente cuatro se
convierten en la guardia personal de Dalinar Kholin. Por su lado,
Dalinar, descubre el verdadero significado de sus visiones, las cuales le llevarán
a intentar tomar las riendas del juego político con los Altos Príncipes y de la
guerra contra los Parshendi. Shallan y Jasnah ajenas a todos los
problemas que hay en las Llanuras Quebradas, se embarcan hacia allí para
poder encontrar no solo uno de los mayores secretos de los antiguos Caballeros
Radiantes sino también el de los Vaciadores y su relación con los Parshendi.
Mientras tanto los Parshendi buscan la forma de terminar la guerra de una
vez por todas.Y por si fuera poco el Asesino de Blanco vuelve a tener un
objetivo.
El Camino de Los Reyes de forma introductoria nos presentaba a todos los
personajes, pero la historia se centraba más en Kaladin y en su fondo mediante
flashbacks. En Words of Radiance Sanderson nos presenta a Shallan y su
pasado. Una historia trágica que ya empezábamos a intuir en WoK, pero que en
este libro se desarrolla en los obligatorios flashbacks que darán sentido a las
acciones, pensamientos y miedos del personaje. En este libro nos adentramos en
este trasfondo, conocemos los detalles de la muerte de sus padres, los
problemas de sus hermanos, la decadencia de su casa y algún que otro misterio
que afectan al presente de Shallan de forma directa.
Las voces narrativas se irán intercalando entre Kaladin, Shallan, Dalinar y
Adolin. Todas completamente distintas y aunque la mayoría de ellas se sitúan en
el mismo lugar y en la misma acción, Sanderson consigue que cada una aporte
algo nuevo y distinto sin hacer que nada suene repetitivo. Uno de los pocos
problemas, y sólo para algunos lectores, que presentaba El Camino de los
Reyes era que las tres tramas principales (Kaladin, Shallan y Dalinar)
variaban mucho en ritmo, eso hacía que especialmente los capítulos de Shallan y
algunos de Dalinar tuvieran un ritmo mucho más lento que los de Kaladin, dando
la sensación de un falso relleno. Esto en Words of Radiance no
pasa. Las tramas no están sólo bien equilibradas sino también muy bien
entrelazadas. En este segundo volumen de la Guerra de las Tormentas tendremos
acción cada dos por tres, algo que hace realmente difícil parar de leer.
Este equilibrio entre tramas se debe en parte a la estructura interna de la
que Sanderson se ha servido para escribir la historia. El autor divide el libro
en cinco partes separadas por interludios, pero esta vez, tratándose ya del
segundo libro, Sanderson puede centrarse en la trama y dejar de lado las
presentaciones. Cada una de estas partes lleva a los personajes desde la
resolución de un punto de la historia al siguiente cliffhanger que nos dejará
con ganas de seguir con la historia. Empezamos el libro preparando el viaje,
cada personaje es una ficha que hay que situar en su nueva posición del
tablero. A lo largo del libro Sanderson nos recuerda que toda historia tiene
varios puntos de vista y empieza a presentarnos los movimientos del enemigo.
Las historias avanzan y los viajes de ambos lados llevan a una convergencia, a
un “choque”, que cambiará el ritmo de la historia.
De la misma forma que en El Camino de los Reyes, Sanderson usa
grupos de 3 interludios para diferenciar las distintas partes, aquí volveremos
a tener ese recurso que no sólo aporta frescura y variedad, sino que también
nos enseña una visión global de lo que está pasando más allá de donde están
nuestros protagonistas. Los interludios de Words of Radiance son por lo
general mucho más variados que los de El Camino de los Reyes. Tenemos
interludios de personajes que ya conocíamos del primer libro como Rysn, Szeth o
Taravangian, también nos presentan nuevos personajes como Zahel,Lift o Ym. Aunque
en Words of Radiance no hay preludio si hay un prólogo que sigue el
mismo esquema que seguirán todos los prólogos del primer arco de Stormlight
Archive, la narración de un personaje sobre la noche en que murió Gavilar.
En el primero fue Szeth, el asesino de blanco, que nos relataba su misión de
matar a Gavilar, en este segundo libro quien narrará será un personaje ya
conocido, que no sólo matiza y aporta información sobre la muerte de Gavilar,
sino que también amplía la información sobre si mismo, información que hasta
ahora era bastante escasa. Estos recursos de cambio de voz narrativa dotan de
más profundidad a la historia, permitiendo a Sanderson ir revelando información con cuenta gotas, algo que contribuye a crear más preguntas que encontrar
respuestas a las ya planteadas en el anterior tomo.
Gracias a los flashbacks de Kaladin en el primer libro, en este segundo le
conocemos mejor y eso hace que entendamos al personaje bajo ciertos sucesos. A
pesar de eso, en Words of Radiance las decisiones que toma son bastante
criticables- hay que reconocer que es bastante exasperante en la mayoría de
momentos- y aunque parezca que no para de recibir palos, muchos se los
merece. El Kaladin que conocíamos en El Camino de los Reyes era un
joven depresivo que a pesar de todo lo que había sufrido, la muerte de su
hermano, la pérdida de sus antiguos compañeros o convertirse en esclavo,
luchaba por sus ideales y por la liberación y protección de no sólo sus nuevos
amigos del puente cuatro sino también de un grupo de ojos claros, ojos claros
que odia. Pero el Kaladin de este libro se vuelve huraño, desconfiado y en
parte gruñon. Esto tiene su motivo y Sanderson juega bien con los miedos y
traumas del personaje para explotarlo todo lo que puede. Aunque te apetece
pegarle por ser un crío en algunos momentos, todo está hilado de una forma que
va acorde con el personaje, haciendo que encaje con la imagen que teníamos
previa sobre él.
Ilustración de Michael Whelan para la portada de la edición americana.
Dalinar sigue siendo la piedra sobre la que se construye esta parte de la
historia. Aunque la protagonista de este libro sea Shallan, aunque tengamos a
un Kaladin combatiente, poderoso, radiante… El peso de la juventud aún es
demasiado grande para estos dos personajes y sus objetivos personales se
interponen en el esquema global de la trama. Dalinar es el personaje al que
Honor elige para otorgarle sus visiones “Unite them”... Dalinar ha
dejado de esconderse y ha pasado a la acción. Toma el control de un rey
desquiciado por la paranoia, una guerra sin objetivos más que la competición
entre nobles y el esporádico asesinato de Parshendi, unas casas nobles más
ocupadas del provecho propio que del bienestar del reino… Objetivos complicados
que consigue soportar gracias al apoyo de Navani. En este libro conocemos a un
Dalinar cansado, pero dispuesto a luchar por lo que cree correcto, dispuesto a
lidiar con las diferencias entre Altos Principes, dispuesto a terminar de una
vez por todas con esta guerra y unificar a su gente para la posible llegada de
algo peor.
Uno de los personajes que menos aportan a la historia por el momento es el
joven Adolin.Hijo de Dalinar que hace malabares con su juventud, las enseñanzas
de su padre, la presión social a la que se ve sometido en los círculos que
frecuenta y sus propios sentimientos de envidia, venganza, honor… Como pasa con
Kaladin, en El Camio de los Reyes, Sanderson consigue muchas veces que
olvidemos lo joven que es este personaje dándole unas responsabilidades que
pesan sobre su personalidad. En WoR ambos personajes gozan de algo más
de libertad y eso hace que muchas veces les encontremos en riñas absurdas,
envidias, celos y competiciones de hombría. A partir de cierto punto de la historia
podemos ver a Adolin en un ambiente más social, fuera de su papel de soldadito
de plomo. Un joven con las inquietudes, pensamientos, necesidades e impulsos
propios de su edad. Unos impulsos que podrían traerle problemas…
Pero como antes se ha mencionado, la protagonista indiscutible es Shallan.
Mientras Kaladin, y quien lo iba a decir, le toca “madurar” un poco en este
libro, Shallan da lecciones de maduración hasta al menos pensado. Decir que
crece como personaje sería falso, porque sigue siendo la misma Shallan del
primer libro, pero en este segundo se nos presenta a una Shallan tal y
como es, no como lo que ella quiere ser. Esto es muy importante para su
desarrollo como personaje durante la obra. Hay historias tristes, alegres,
traumáticas, bonitas en todos los libros de Sanderson, pero la historia
de Shallan es la más potente que ha escrito hasta la fecha. La construcción del
personaje está tan acorde con su historia, que se hace imposible no quererla o
al menos entenderla. Olvidaos de capítulos con poca acción como en el primer
libro, si hay alguien a quien le están pasando o qué está haciendo
constantemente cosas es ella. Y es que Shallan es la protagonista
de las mejores escenas del libro, entre las cuales se encuentra especialmente
un flashback. Además de protagonizar escenas impactantes en muchos
aspectos también protagoniza varias, por no decir muchas, de las escenas más
divertidas que ha escrito Sanderson. Decir que Words of Radiance es el libro de Shallan es quedarse corto.
Pero no todos son maravillas, por un lado los flashbacks de Shallan son más
cortos que los de Kaladin, y la información aunque clarifica muchas cosas,
también crea más interrogantes dejándote un regusto a poco. Y por otro lado, si
comparas a Shallan con los demás, en especial a Kaladin, no puedes evitar
pensar que Sanderson ha sido demasiado blando con ella, aunque en general
todo tiene su lógica y su porqué.
En este segundo libro además Sanderson empieza a esbozar por un lado las
futuras relaciones entre personajes, que se presentan tormentosas entre muchos
de ellos y en diversos aspectos, cual parece ser la trama principal del primer
arco de La Guerra de las Tormentas y nos presenta el funcionamiento de una de
las variantes de la Surgebinding, la Lightweaving.
Es normal que, siendo este el libro de Shallan, el autor haya decidido
contarnos algo más de ella y de sus capacidades, pero no sólo en Shallan y en
el Lightweaving se centra Sanderson a la hora de darnos información sobre las
investiduras de Roshar. No os voy a explicar con profundidad cada una de ellas
puesto que me gustaría que disfruteis tanto como yo descubriéndolas. En WoR
nos encontramos a Kaladin, con la ayuda de sus compañeros del puente cuatro,
explorando cómo funcionan sus dos Surges (Adhesión y Gravitación), sus
habilidades, posibilidades, sus límites… Shallan nos da una clase magistral
sobre cómo fallar estrepitosamente en el uso del Soulcasting. Aprendemos más
sobre los spren y las Shardblades, de Hoid y sus posibles habilidades, pero la
información más novedosa vendrá quizá de los capítulos de Eshonai cuando
aprendamos más sobre los Parshendi y sus… formas.
Obviamente todas estas magias, estas investiduras, nos permiten conocer con
más profundidad el Cosmere y su relación con Roshar. Ya establecimos un
contacto importante al reconocer el Shadesmar como una representación del Reino
Cognitivo y en WoR seguimos por ese camino. Varias escenas de Shallan,
dejando de lado el drama y la comedia que las envuelve, nos ayudan a entender
cómo funciona el Reino Cognitivo, o el Shadesmar, como enlace entre el Reino
Físico y el Reino Espiritual y como los cambios producidos en el Espiritual a
través del Cognitivo afectan directamente al Físico.
La presencia de una segunda carta en los prefacios de los capítulos empieza
a aclarar la sospecha que nuestro amigo Hoid es el responsable de la primera
carta (que podíamos encontrar en El Camino de los Reyes) y que alguna
cosa está tramando para interferir en los planes que Odium tiene para Roshar y
los Shardworlds cercanos. En esta carta también descubrimos que hay una “figura
de autoridad” que parece inclinada a la neutralidad en cuanto a las
interacciones con las Shards que no ve con muy buenos ojos que Hoid esté
intentando… lo que esté intentando.
El Camino de Los Reyes supuso la presentación de una de las ya consideradas
mejores sagas de fantasía épica actuales, y hasta diríamos que de todos los
tiempos, Words of Radiance no sólo se asegura que siga así sino que demuestra
que Stormlight Archive es una pequeña bola de nieve que se va ir haciendo más
grande cuanto más libros vayan publicándose. El Camino de los Reyes hace
un gran trabajo de construcción de mundo. Nos presenta su flora, su fauna,
clima, los spren, culturas, religiones… Es un libro muy completo en ese
sentido y quizá eso hace que las historias de algunos de los personajes queden
algo descuidadas cuando las comparas con el nivel de detalle, la importancia
que le da Sanderson al que, para mí, es uno de los personajes más importantes
de ese volumen: Roshar.
En WoR ya conocemos el mundo, sus criaturas con forma crustáceo, las
peculiaridades de su vegetación… y Sanderson se lanza de cabeza a la acción. La
historia avanza a una velocidad trepidante y la cantidad de información que hay
que asimilar es, a veces, abrumadora. Los personajes, cada uno a su modo,
dirigen sus investigaciones a un objetivo en común, podemos empezar a ver unos
roles claros en cada uno de ellos, el líder, el soldado, el académico, el
enemigo incomprendido; roles que estamos acostumbrados a ver en la fantasía
clásica cuando reunimos a unos aventureros que van más allá de su utilidad
individual y nos hacen pensar en la idea de “grupo”. Aunque los personajes
siguen trabajando de forma independiente durante gran parte del libro, podemos
ver como sus aventuras les llevan a converger en un mismo punto. Un instante
que acelera la acción del libro y de la saga a unos niveles épicos, pero
impropios del segundo libro de una saga de diez dividida en dos pentalogías.
Decir esto con tan sólo publicados dos libros es un poco arriesgado, pero
Sanderson ya ha demostrado que pone todo su cariño y su esfuerzo en que todo
encaje a la perfección. Y lo está consiguiendo. Words of Radiance es un libro trepidante del que no os vais a poder
despegar, con humor, acción e imágenes sumamente épicas que se van a quedar
grabadas en la memoria colectiva de todos los apasionados de la fantasía épica.
Si hubiera que escoger una obra que definiera la fantasía épica, tened por
seguro que Words of Radiance estaría
entre los puestos más altos para ocupar ese papel.
Sabemos que está reseña aumentará el hype
de muchas personas, por suerte Nova publicará pronto el libro en español.
Lamentamos ser malos, pero os podemos asegurar que la espera entre el segundo y
el tercer tomo, está siendo y será muy dura. Por suerte para mediados del
año que viene el tercero de Stormlight Archive verá la luz. Estamos esperando
poder compartir con vosotros el hype. Y no lo dudéis, porque la espera, como la
de WoR, va a ser totalmente recompensada.
“I am a stick.”
- Stick, Words
of Radiance -
Como no he leído el primero siento deciros que me he leído vuestra reseña en "oblícuo" para no spoilearme nada. Pero sí, lo leeré sin duda en cuanto avance con todo lo que ha escrito este hombre... ¡vaya máquina! :DDD
ResponderEliminarEl camino de reyes me encantó y estaba tentada de leerme WoR en inglés, pero sabiendo que salia en marzo decidí esperar, ahora la espera va a ser mucho mas difícil... :( pero es bueno saber que la saga mejora a cada libro!
ResponderEliminarTengo mucha curiosidad por conocer como se van desarrollando los poderes tanto de Kaladin como los de Shallan, y averiguar algo más sobre Sagaz/Hoid ^^
Por cierto, ha quedado super mona la Syl que ha dibujado Marina :D
Un abrazo!!
Muchas gracias! Syl es un amor. :)
EliminarEnhorabuena por el especial. A ver si conseguimos que aumente la comunidad de fans hispana de Sanderson.
ResponderEliminarRespecto al artículo de hoy, suscribo casi todo lo dicho. La única pega que le vi a Words of Radiance es que creó tanta expectativa que, en algunos arcos argumentales, me supo a poco.
Yo solo puedo decir que ya no me quedan uñas por la impaciencia. Qué sin vivir...quiero Words en castellano yaaa!!!!
ResponderEliminarHola, os acabo de encontrar hoy y me venís al pelo porque acabo de terminar WoR. Habiendo leido el primero en español me ha resultado muy sencillo leer este en inglés y estoy totalmente de acuerdo en que tiene que aumentar la comunidad de fans en español, necesito comentar sobre el libro sin temor a spoilear.
ResponderEliminarHola! Alguien sabe cuando va a salir el libro en español en Argentina? He estado esperando desde que salio en Ingles pero todavía nada :c Saludos y muy buena reseña amigo!!
ResponderEliminarDe qué país sos?? Leí el primer libro a fines de 2013 y desde que lo termine (lo leí tres veces) estoy esperando por el segundo, y lo quiero comprar, pero no se donde; yo soy de Argentina.
ResponderEliminarDe qué país sos?? Leí el primer libro a fines de 2013 y desde que lo termine (lo leí tres veces) estoy esperando por el segundo, y lo quiero comprar, pero no se donde; yo soy de Argentina.
ResponderEliminarSanderson siempre nos hace enamorarnos de sus personajes, Kaladin y Shalan me consumen como mismo Kelsier y Vin, yo estoy que no me aguanto las ganas de leer el segundo libro. Eso si, pensar que serán 10, me deja un poco triste, serán por lo menos 20 años o más al ritmo actual, eso es mucho. Pero vale la pena. Mientras me leeré "La rueda del tiempo" la cual Brandon terminó y estoy seguro que le dió un gran final. En resumen, desde que lo descubrí se convirtió en mi escritor favorito.
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