El pasado año el periodista Ernest Alós (@ernestalos) definió a Brandon Sanderson como un “atleta de la escritura”. Se refería a que el autor de Nebraska dedica diez horas diarias a su práctica, y a que a día de hoy, con una treintena de obras publicadas, sigue siendo su principal afición. Sin embargo, en mi opinión, la metáfora resulta acertada a muchos otros niveles, ya que ofrece una visión muy clara de la manera en que Sanderson entiende ‘el ejercicio de la escritura’.
Y para muestra un botón.
“Recomiendo que empiecen a ver más la escritura como un habilidad que como un arte”, dice Sanderson en la primera clase de un seminario de escritura que imparte desde hace años en la Universidad de Brigham Young. Gracias a la magia de Internet, las clases pueden seguirse (en perfecto inglés, eso sí) en un canal de Youtube llamado ‘Write About Dragons’ que suma más de 8.750 suscriptores y un millón de visualizaciones. En total, hay 15 lecciones impartidas en el año 2013, divididas en más de un centenar de episodios, y más de una docena de conferencias ofrecidas durante año 2012, también fraccionadas en videos breves, sobre aspectos tan variados como la construcción de mundos literarios, la venta de los derechos de traducción de una novela, cómo conseguir agente o incluso las leyes de la magia desarrolladas por el propio Sanderson y que ya han aparecido en este mismo blog. Se puede consultar un índice con enlaces a todos estos en la página del mismo nombre.
Ésta, por supuesto, no es la única labor de Sanderson como profesor mediático de escritura creativa. También es conocido por su trabajo en el podcast ‘Writing Excuses’ que desarrolla junto a otros autores: Mary Robinette, Howard Tayler y Dan Wells. Esta labor les valió un Premio Hugo en 2013. En cada episodio, y durante solo 15 minutos, los cuatro autores se valen de firmas invitadas para tocar cuestiones muy específicas de su labor literaria y ofrecer, como si dijéramos, una oportunidad a lectores y aspirantes a novelistas de mirar entre bambalinas. Se trata de un concepto que el año pasado llevaron un paso más allá con la publicación de la novela corta ‘Sixth of the Dusk’ (incluida en la antología ‘Shadows Beneath’). Esta historia, que se puede conseguir en ebook a través e Amazon, se acompaña de una serie de artículos que actúan a la manera de ‘making of’ del propio relato, y en los que tanto el autor como otros integrantes del podcast ‘Writing Excuses’ analizan cómo fue el proceso de escritura. En castellano tenemos una reseña de esta obra en el blog ‘Sense of wonder’.
Pero no nos vayamos por las ramas. Estábamos hablando de cómo concibe Sanderson la literatura, y de la forma en que esta visión se refleja cuando imparte clases de escritura creativa a sus alumnos. En el primero de los vídeos enlazado por ‘Write About Dragons’ tenemos un ejemplo perfecto de esta concepción cuando el propio Sanderson les explica a sus alumnos: “Escribir no va sobre lo que probablemente creáis que va. Tres pequeñas lecciones: Escribir no tiene que ver con la inspiración; escribir no tiene que ver con las Ideas; y escribir, o más exactamente ser publicado, no tiene que ver con la suerte”. De esta manera el autor de ‘Elantris’, ‘Nacidos de la Bruma’ o ‘Steelhearth’, por citar solo tres títulos de la treintena que lleva publicada en esta última década, quiere derribar los mitos creados en torno a la profesión de novelista. “¿De qué va entonces escribir? Escribir es una habilidad”, subraya.
En el seminario disponible en Youtube, durante el cual sus alumnos deben escribir una obra de 50.000 palabras de cualquier género[1], Sanderson compara el trabajo de un novelista con una pieza musical tocada por un pianista. “¿Cuántos tardan en saber si alguien que toca el piano es un buen pianista? En unos pocos minutos, o incluso unas pocas notas pueden saber si es un aficionado, un profesional o incluso un virtuoso. Los editores, los escritores y la gente que sabe lo que se hace puede hacer lo mismo leyendo únicamente una página de su manuscrito. Por eso escribir no trata de inspiración, de ideas o de suerte”, razona.
La defensa que Sanderson hace de la práctica como principal pilar del éxito de un escritor probablemente está relacionado con su propia experiencia vital. No en vano, su carrera no despegó hasta el año 2005, cuando ya tenía escritos 12 manuscritos que no habían visto la luz. En una entrevista Sanderson reconocía que, tras cinco años escribiendo sin que ninguno de sus trabajos pasara la barrera de los editores tomó conciencia de que no le importaría tener un centenar de novelas inéditas si era fiel a sí mismo. “Cuando se pongan a escribir toda esa práctica vendrá a ustedes, y si han practicado lo suficiente podrán resolver los problemas que les surjan para crear los personajes, armar una trama que sea atractiva, y hacerlo todo de forma interesante y natural para ustedes, de la misma manera que un pianista se pone a tocar una pieza y no repara en ella”, le explica a sus alumnos.
Sanderson, que actualmente tiene varios asistentes y maneja su propia Wikipedia para mantener la coherencia de ese gran universo literario que promete ser Cosmere, defiende en otro momento de sus lecciones el escaso valor real de las ideas frente a la práctica.
“Hay que superar la creencia de que una gran idea hace un gran libro. Una buena idea es importante, sin embargo, un buen escritor puede tomar las ideas más básicas y conseguir una novela brillante con ellas, y un escritor malo tomará las mejores ideas y las convertirá en algo horrible”, advierte entre sorbos de café. Sanderson admite cómo le hubiera gustado crear la historia de ‘Parque Jurásico’, aunque les plantea a sus alumnos que no deben tratar ninguna de sus ideas como algo sagrado, y pone como ejemplo una anécdota que solo el propio protagonista, Jim Butcher, podrá rebatir. Según explica en la clase, antes de ser publicado el creador de Harry Dresden defendía en un foro esta tesis de que las ideas no valen nada, y de que lo verdaderamente importante es la habilidad del escritor. Alguien con una opinión contrataría trataba de rebatirle esta idea, a lo que Butcher le propuso un reto. “Déme las peores ideas que pueda tener y voy a escribir un libro a cerca de eso y será impresionante. Entonces la persona le dijo que muy bien, y las ideas que le dio fueron ‘Pokemon’, y ‘Perdidos’ y las ‘Legiones Romanas’. Escribe acerca de eso y escribió ese libro llamado ‘Codex Alera’, que finalmente se vendió y se convirtió en un gran serie de fantasía épica. Pueden buscar esta historia en Internet, es cierta. ‘Codex Alera’ es un cruce entre Pokemon, la Legión Romana y Perdidos”, insiste Sanderson.
“Hay que superar la creencia de que una gran idea hace un gran libro. Una buena idea es importante, sin embargo, un buen escritor puede tomar las ideas más básicas y conseguir una novela brillante con ellas, y un escritor malo tomará las mejores ideas y las convertirá en algo horrible”, advierte entre sorbos de café. Sanderson admite cómo le hubiera gustado crear la historia de ‘Parque Jurásico’, aunque les plantea a sus alumnos que no deben tratar ninguna de sus ideas como algo sagrado, y pone como ejemplo una anécdota que solo el propio protagonista, Jim Butcher, podrá rebatir. Según explica en la clase, antes de ser publicado el creador de Harry Dresden defendía en un foro esta tesis de que las ideas no valen nada, y de que lo verdaderamente importante es la habilidad del escritor. Alguien con una opinión contrataría trataba de rebatirle esta idea, a lo que Butcher le propuso un reto. “Déme las peores ideas que pueda tener y voy a escribir un libro a cerca de eso y será impresionante. Entonces la persona le dijo que muy bien, y las ideas que le dio fueron ‘Pokemon’, y ‘Perdidos’ y las ‘Legiones Romanas’. Escribe acerca de eso y escribió ese libro llamado ‘Codex Alera’, que finalmente se vendió y se convirtió en un gran serie de fantasía épica. Pueden buscar esta historia en Internet, es cierta. ‘Codex Alera’ es un cruce entre Pokemon, la Legión Romana y Perdidos”, insiste Sanderson.
Pero si por algo destaca Sanderson, un autor que ha conseguido la fama racionalizando la magia y creando leyes para su utilización en la literatura, es por la claridad con la que desarrolla sus escenas de acción. Cualquiera que haya leído ‘Nacidos de la bruma’ podrá dar fe de su habilidad para este tipo de pasajes. Por eso puede ser especialmente interesante para los aspirantes a novelistas echarle un vistazo al vídeo en el que explica cómo debe desarrollarse una escena de acción.
Sanderson marca tres reglas a la hora de escribir este tipo de secuencias: No hablar sobre las escenas de lucha, si no mostrarlas; no ir paso a paso describiendo todo lo que ocurre, si no centrarse en lo más importante; garantizar la claridad en todo momento. “Nuestra sociedad está saturada de escenas visuales, y lo cierto es que el medio visual es realmente bueno en las escenas de acción. Realmente bueno. Por ejemplo, puedes tener una secuencia de acción en un programa o en una película que dure 20 minutos, y que sea básicamente Jackie Chan pateando gente, ¿no? No será del gusto de todo el mundo, pero funciona dentro del género para el que fue creado. Puedes tener una película que básicamente sean 15 ó 20 minutos de escenas de lucha, que es básicamente una sexta parte del tiempo total del que dispones. ¿Pero qué sucede si en un libro una sexta parte son escenas de lucha?”, le plantea a sus alumnos.
Sanderson, de hecho, reconoce que conoce a muchos Fight Skippers, personas que se saltan las escenas de lucha de los libros. “Es gente que va hasta el final para mirar quién sigue vivo y luego continua con la historia. Suelen ser mujeres”, apunta mientras hace un recuento rápido de este tipo de lectores en su clase. “Tengo varios en mi grupo de escritura. Simplemente se saltan las escenas de lucha. La asistenta de mi mujer es una de esas personas y me vuelve loco”, se duele.
En esta clase, Sanderson insiste en que la clave es siempre la claridad expositiva y especialmente que no quepan dudas sobre quién hirió a quién, quién no resultó herido y quién permanece vivo. “Eso es lo que la gente quiere saber”. “Hablaremos de cómo hacerlo más excitante y más interesante, pero tenéis que recordar que en la escena de lucha, en la escena de acción, es donde quieres mostrar lo máximo posible, donde quieres ser lo más concreto posible, y donde quieres dejar fuera las metáforas, elevar tu nivel de concreción, pasar de formas complejas y de voces pasivas, y de todas estas cosas redundantes que te hacen escribir lentamente para ser minimalista, breve y conciso”, resume (en una traducción muy, pero que muy libre).
Sanderson también da claves sobre lo que llama ‘blocking’ (agrupamiento) y que tiene que ver con dónde se encuentra cada personaje en cada momento. “Es muy importante en una secuencia de lucha. Eso no significa necesariamente que yo quiera ir paso a paso explicando qué está haciendo cada personaje, quizás, si irrumpen en una habitación dos compañeros, nosotros queremos saber dónde se ubican esos compañeros en tu cabeza mientras el personaje principal hace lo que sea. Por lo tanto, John se dirige hacia dos tipos con metralletas y Mary se parapeta tras una cobertura y lanza una granada. Es suficiente con saber eso para nosotros, de acuerdo, el va en su dirección y ella en la suya, podemos obviar algunas cosas en favor de la claridad y concentrarnos en nuestro protagonista e ir con él”, explica. Y más adelante añade: “No digo que no queráis una sensación caótica, pero que vuestros personajes tengan la sensación del caos, de sentirse en medio de la batalla. No queréis que vuestro lector esté confuso. Confusión del personaje bien, confusión del lector mal”, zanja con la misma racionalidad y profesionalidad que despiden sus novelas.
Por supuesto que tener un libro de recetas no es lo mismo que ser un gran chef, pero como dice Sanderson, el secreto del oficio es la práctica. Y puede que sus lecciones, aunque lleguen a través de la pantalla, o de los auriculares, le sirvan de ayuda a más de uno.
Autor: Sergio Llamas
Felicidades por la entrada y todo el trabajo ^^. Esto creo que deja claro que 'Si' todo el que se lo proponga puede escribir. Estoy totalmente de acuerdo con Sanderson, si escribir se basara única y exclusivamente a el brote de genialidad o la inspiración imnata, tendría la clase vacía. Hay que aprender y esforzarse mucho y creo que todo gran titulo del mercado lleva mucho de estas dos cosas.
ResponderEliminarUn saludo :)
Uao. Impresionante el artículo. Tomo nota del canal de youtube y me pondré a verlo en cuanto pueda.
ResponderEliminarPude disfrutar de las charlas de Sanderson en el Celsius, pero tenerlo "delante" dando clases de escritura creativa me vendrá bien para continuar mejorando.
Un saludo.
Felicidades. Gran artículo y gran repaso de la obra de Sanderson. Llevaba mucho tiempo investigando en páginas en inglés y por fin encuentro un grandísimo trabajo y completo en español. Ánimo.
ResponderEliminarPues yo no acabo de ver muy claro eso de que todos podemos escribir... jajajaja Yo soy una absoluta negada y estoy segura de que siempre lo seré aunque me dé clases el mismísimo Brandon Sanderson :D
ResponderEliminarTiene que haber "algo" dentro de cada autor para que salgan libros "redondos" y no cualquier cosa... O eso creo yo...
Gran entrada, gracias!
No digo que puedas escribir la mayor obra de arte de la historia la primera vez que cojas un lápiz. Pero puedes avanzar en ello como dice Sanderson, como una habilidad, entrenándote día a día.
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