El Rithmatista da inicio a una nueva saga (por si hubiera pocas) por parte del autor de Nebraska. En este caso es la tercera saga que Sanderson dedica a un público juvenil (tenemos Steelheart como Crossover y Alcatraz, más juvenil) y como en el caso de las otras dos mencionadas, vuelve a ambientar su saga en tiempos modernos, en este caso algo anterior ya que estamos hablando del siglo XX. Sanderson se muestra cómodo con todo tipo de públicos y estilos y El Rithmatista es un claro ejemplo de ello, ya que aún siendo una novela dirigida a un público mucho más concreto, la frescura de la narración hace que cualquiera pueda disfrutar de ella.
En El Rithmatista, Sanderson nos presenta un mundo análogo al nuestro, salvando las distancias, dónde existen personas capaces de dar vida a seres bidimensionales hechos con tiza con los que libran batallas (entre otras cosas). A estos “magos” se les llama Rithmatistas. Y lo interesante de la novela es precisamente que el protagonista no es uno de ellos. Joel admira a los Rithmatistas más que nada en el mundo. Estudia los tipos de Tizoides, los seres bidimesionales de tiza, las estrategias, los nombres de los mejores Rithmatistas, sus historias, su linaje familiar...Es un friki del tema. Joel, a pesar de todo, le encantaría ser uno, pero se conforma con estar cerca de ellos y sueña con que un día sus habilidades Rithmaticas aparezcan. La suerte que tiene es que estudia en un colegio donde van los jóvenes aprendices de Rithmatista, con lo que siempre está espiando lo que hacen. Y justo después de cierto accidente y desapariciones de jóvenes Rithmaticos será Joel, con todo su ingenio y su alto conocimiento sobre la magia Rithmatica, quien prestará ayuda en las investigaciones.
La premisa de un joven que estudia en un colegio de magia, aunque este realmente no pueda hacer magia, es algo bastante manido que cierto niño con una cicatriz en la cabeza ya protagonizó. Pero no tienen nada que ver. Aunque nos topamos con unos protagonistas muy jóvenes, la historia tiene el suficiente peso y los personajes son los suficientemente potentes como para que un lector que sobrepase la edad de los protagonistas, no el doble si no el triple incluso, pueda disfrutar perfectamente. La narración es fluida, con un estilo típico de Sanderson donde todo es sencillo pero muy informativo. Los personajes principales, Joel y Melody tienen muchísimo carisma, uno por ser un joven apasionado por algo que adora, algo fácil en lo que sentirse identificado, y la otra por que a pesar de ser una niña que parece que tiene una vida llena de facilidades por ser Rithmatista es en realidad una joven incomprendida en muchas formas, con un carácter sumamente carismático que te saca una sonrisilla más de una vez. Los adultos, estando un poco menos perfilados también cumplen un buen papel y acompañan en una perfecta simbiosis a los personajes más jóvenes.
Junto a la narración además nos acompañan ilustraciones que muestran el uso de la magia Rithmatica y amplían información ambientando mejor la historia. Siendo un sistema de magia muy sencillo, visual y original que ayuda en gran parte a que el lector más juvenil se sienta atraído y que al público adulto le pueda parecer curioso y se interese de igual forma pasando por alto las características propias de la literatura dirigida a un público juvenil , como puede ser la trama y un lenguaje sencillo.
En una entrevista concedida a The Book Smugglers, Sanderson nos cuenta que siempre se ha interesado por llegar al público adolescente debido a que él mismo de adolescente se enganchó a la fantasía: “Hay cosas espectaculares que puedo hacer en ficción para jóvenes que no siento que pueda realizar de la misma forma en ficción para adultos. La ciencia ficción y la fantasía tienen una conexión fascinante con el Yount Adult. Si echamos un vistazo a las sagas que me apasionaban cuando era joven (La Rueda del Tiempo, Shannara, y los libros de David Eddings, por ejemplo) tienen una gran cantidad de crossover. Incluso hace más tiempo, los juveniles escritos por Heinlein y otros, vemos que la ficción para un público adolescente ha sido siempre una parte integral de la ciencia ficción y la fantasía. Algunos de los primeros textos de la fantasía moderna (como Lewis Carroll o C.S. Lewis) son fundamentales para el desarrollo de la fantasía como género. Por lo que me parece muy natural escribir Young Adult porque lo disfruto mucho y respeto lo que ha hecho por el género.” Además Sanderson explica que hay una gran diferencia entre escribir fantasía épica para adultos y escribir fantasía para adolescentes: “No es que me siente y piense “¿Qué es plausible?” Me siento y digo “¿Qué es impresionante?” Entonces escribo una historia donde eso tan impresionante brille. Me dejo llevar más en los libros de Young Adult que en mis trabajos más adultos, tienen otro sentimiento añadido. Escribir me ayuda a desarrollar diferentes músculos. Creo que los adolescentes son mejores para cambiar el chip, cuando cogen un libro no necesitan que sea de un género u otro y como autor eso te permite hacer cosas interesantes que serían complicadas en un libro para adultos.”
¿Pero qué ocurre con los sistemas mágicos? ¿Al ser juvenil pierde coherencia? Veamos que nos cuenta en la misma entrevista Sanderson: “Con un libro como El Rithmatista (fuera de Cosmere) tengo más libertad, y es por eso que me gusta escribir este tipo de libros donde me dejo llevar creativamente. La magia fue una de las cosas que más ganas tenía de escribir de El Rithmatista así que escribí el libro alrededor de esta. Lo primero que escribí fue la escena (en el capítulo uno) donde Joel ve como Nalizar vence a Fitch en clase. Empieza en la pizarra pero acaban pasando al suelo porque eso tenía mucho más sentido. Según escribía más de estos capítulos, fui desarrollando las líneas mágicas y dejé que la magia alimentara la historia de una forma que los escritores llaman “escritura de brújula”.
El Rithmatista es una lectura para todos los públicos. Es un libro perfecto para regalar a los niños para que empiecen a interesarse por la lectura, a los más jóvenes para seguir alimentando su imaginación y a los adultos para volver a ser niños. El Rithmatista es ese tipo de libro en el que un adulto querría habérselo leído de niño para poder fantasear con ser Rithmatista, y el tipo de libro que hará que cualquier niño coja una tiza y empiece a dibujar monstruos en el suelo. Acaba de ser publicada por Nova (Ediciones B) en formato rústica y con una edición muy cuidada y cuya traducción va a cargo de Albert Solé, traducción muy decente (aunque se traduzcan algunas expresiones inglesas de forma literal). Quizá dar un toque de atención al apartado gráfico que, aunque han importado las ilustraciones que encontramos en el libro original de forma excelente, contrasta con la muy discutible portada.
Me encantó la lectura. Esa intriga durante el desarrollo y ese final...Sin duda lo recomiendo, en dos días me lo acabe, y ya estoy practicando mis defensas :)
ResponderEliminarYa está esperándome en la estantería... será mi próxima lectura :P :P
ResponderEliminarLo empece ayer a las 23:00, no digo mas.
ResponderEliminarDesde el capítulo 21 hasta el final es un no parar de grandeza absoluta. Bueno, y el personaje de Melody merece una saga para ella sola.
ResponderEliminarEs atrapante, no puedes soltarlo hasta terminar, muy buena.
ResponderEliminarAlguien sabe cuando se continuará la saga?:c ese nalizar me dejó metido jajaja
ResponderEliminarEso eso! Para cuándo el segundo?
ResponderEliminarEso eso! Para cuándo el segundo?
ResponderEliminarMe encantó!! lo devoré al más puro estilo tizoide salvaje!! jajaja
ResponderEliminarTengo 55 años pero he disfrutado como nunca, un libro àgil, intrigante, sin reparos de literatura sencilla y directa. Muy recomendable
ResponderEliminarAún no hay noticias de la segunda parte?
ResponderEliminarSi
EliminarAy más historia
ResponderEliminarAy segunda parte o solo tiene un final muy abierto?
ResponderEliminarNo se
ResponderEliminarHasta cuando el segundo libro???!!!!!!
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