La danza del gohut, de Ferran Varela


Ferran Varela es un nombre que, a poco que estéis interesados en el panorama de género fantástico nacional, debería sonaros. Ya sea por la impresionante campaña "boca a boca" que ha surgido en redes sociales de lectores recomendando al autor, como por la insistencia de libreros para acceder al autor. Ferran Varela ha publicado varios relatos en algunas de las antologías editadas por Mariano Villarreal (El viento soñador y Dark Fantasies). Ambos son textos que destilan un gran estilo lírico, una intención muy fuerte por la narrativa y una historia que, de no ser por esa potente voz narrativa, pecarian de manidos. Su salto al formato semi-largo fue con la obra de la que hoy quiero hablaros, una novela corta titulada La danza del gohut y publicada en Ediciones Transbordador. Libro que me recomendaron (y amenazaron, te miro a ti, Antonio Torrubia) hasta la saciedad y ya avanzo: me alegro muchísimo de haber hecho caso a las amenazas-recomendaciones, pues ha sido un hallazgno magnífico.

La danza del gohut nos sitúa en una historia de fantasía pseudomedieval, o por lo menos con un escenario que recuerda a un país europeo del medievo, en la que los humanos conviven de mala manera con una raza de seres, al parecer, sobrenaturales, llamados gohuts. Estos gohuts se describen como seres antropomorfos alados, son tribales y algo primitivos. Los humanos insisten en su exterminio pues amenazan con sus intenciones bélicas la pacífica existencia del reino. Leara Viera es una plebeya que ha logrado escalar en la peligrosa escalera de las clases sociales hasta convertirse en tutora de la academia de Tiuma. El Plenipotenciario de la ciudad, un noble llamado Derold Milian Novon II la llama a su palacio ya que su hijo Gerrin, perdido cuatro años atrás ante los gohut, ha sido rescatado. Cuatro años de torturas y brutalidades que lo han dejado quasi vegetal. No responde, no come, no habla y ataca a quien se le acerca pese a su debilidad. Sin embargo, Gerrin le revela a Viera que él es ahora un gohut, por lo que Leara se dispone a rehabilitarlo para que pueda volver a ser el heredero de Novon II.

Esta breve historia de fantasía (y esto es discutible, luego voy a ello) se vuelve adictiva por varios motivos. Para empezar, Varela tiene una gran habilidad para convertir escenarios, personajes y tramas en antorchas llamativas que atraen al lector. Es ese arte de sugerir, de perfilar pero no mostrar. El autor juega con la imaginación del autor tentando con posibilidades y aspectos que podrían o no ser. A esto hay que sumarle un estilo narrativo que busca su propia personalidad. Es cierto que en ocasiones me resultó demasiado barroco, algo refinado y en otras demasiado burdo, pero se nota una clara intención por el autor de buscar su propia voz, la cual solo se consigue, precisamente, escribiendo. Es esta intención y esfuerzo algo que suelo valorar mucho en una primera obra. Y es que el autor no solo acomete con una historia interesante, original y que en una primera instancia es algo anodina, sino que la plantea y la cuenta con ganas y pasión. En cuanto a la historia, es cierto que en ocasiones se abusa del "sugerir", pues el telón de fondo parece ser muy profundo, pero he tenido la sensación de que tan solo era un plano muy bien dibujado. Esto no le resta valor al libro, porque las artes marionetistas del autor logran, como si de un efecto óptico se tratara, engañar a la mente del lector.

¿Es este libro fantasía? Pues no lo sé, pero me parece una pregunta interesante. Lo es porque ocurre en un mundo ficticio donde al parecer (y no digo más) existe cierto tipo de magia, hay razas aladas y el mundo geopolítico es totalmente nuevo. Pero perfectamente podría ser una historia acrónica ambientada, no sé, en una Salamanca del siglo XVII, por decir algo. No quiero comentar más ni sobre los gohuts ni sobre la propia trama, ya que me parece interesante que cada uno saque sus conclusiones. Solo decir, para terminar, que La danza del gohut no es ni de lejos una obra maestra (peca de ingenuidad en ciertos aspectos, podríamos decir, feministas, y los ambalajes narrativos de la novela quedan a la vista en muchas ocasiones), pero es un libro con una gran potencia narrativa. La danza del gohut es un libro sugerente, atractivo y con una atracción narrativa muy poderosa. Ferran Varela es un autor cuya trayectoria va a ser ascendente, y espero con muchas ganas sus futuras obras, porque lo va a petar, y mucho. Leed La danza del gohut, leed El arcano y el jilguero, leed sus relatos y flipad. No hay vuelta atrás una vez se lee a Ferran Varela. Todo lo que queda es fascinación.

Nota: esta reseña la publico junto a Isa del blog A través de otro espejo en nuestro Proyecto Celsius 2019

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