Cuando en otoño de 2018 me llegó una copia de prensa de esta novela al Kindle yo no podía creer mi suerte. A Memory Called Empire, de Arkady Martine es una de las novelas que MÁS ganas tenía de leer de este año. Prometía una historia que fusionaba lo mejor de la opereta espacial con una trama política estilo Dune. Intercambios interesantes entre personajes, tramas políticas complicadas, resoluciones y giros de guion... Y mirad esa portada. ¡ESA PORTADA! ¿Cómo no os va a dar ganas de leer el libro? Lo malo (y cierto) es que el libro da parte de lo que promete. Tiene mucha política, tiene conversaciones larguísimas entre personajes y la trama palaciega existe. Pero. Puede que hayan sido las expectativas, mi propio hype (algunos amigos saben lo ansias que estuve por conseguir una copia de prensa del libro que precompré con 5 meses de antelación), o quizá una cubierta que genera expectativas y una ilusión por encontrarme una historia de ciencia ficción nueva, original y espectacular.
La novela comienza cuando el emabjador de Lsel en Teixcalaan muere en circunstancias algo extrañas. La nueva embajadora, Mahit Dzmare, debe acudir al planeta para esclarecer los hechos de la muerte de Yskandr. Para ello cuenta con el elemento más interesante de la novela, un implante en su memoria con todos los recuerdos, conocimientos y memoria del anterior embajador y de todos los anteriores embajadores. De este modo ni una pizca de conocimiento se pierde. Además, este implante es casi una conciencia independiente en su propia cabeza con la que puede mantener conversaciones. A Mahit le implantan los recuerdos de Yskandr incompletos, pues su última actualización fue hace mucho tiempo, así que el propio Yskandr también se ve envuelto en querer descubrir por qué y cómo ha muerto su "yo físico".
En A Memory Called Empire no hay viajes intergalácticos, no hay conflictos planetarios ni a gran escala. Por supuesto no hay batallas espaciales, ni acción. Hay política, mangoneo y mucha puñalada trapera. Sutilezas, dobles sentidos, uso del lenguaje y de la cultura para beneficio político y demás. La novela de Martine explora las visicitudes de una embajadora que llega a un planeta donde la cultura, las maneras, las preconcepciones y todo lo que os podáis imaginar juega en su contra. No sabe si se la están jugando o no, no sabe si le ordenan o le sugieren. El libro se desarrolla en salas, habitaciones y pasillos de un palacio gigantesco, y la trama estará dominada casi por completo por tira y aflojas políticos.
Pero no todo es negativo, y es que de haber sabido de antemano cómo iba a ser el libro seguramente lo hubiera disfrutado más (me alucina la cf política y las novelas estilo Dune). Creo que A Memory Called Empire tiene suficientes elementos interesantes como para resultar una novela recomendable y destacable. Sin ir más lejos, el implante de memoria de su predecesor que he mencionado antes me parece una idea excelente y que juega muy a favor de la trama, dando a situaciones curiosísimas (con el añadido de la pérdida de fragmentos posteriores por ese supuesto boicot). Además genera muchas preguntas e incógnitas que la embajadora no puede resolver de buenas a primeras y que la conducirán a resolverlas de maneras diplomáticas. Además Martine usa la dosis justa de terminología alien para dotar de color el libro. Aunque no se queda en decorado ya que muchos de estos términos favorecen al ritmo y a la historia misma de la novela (de hecho hay un glosario al final del libro).
En definitiva, A Memory Called Empire me ha parecido una novela que ha sufrido el revés de las expectativas. La novela se vende como algo que no es. Pero que a pesar de todo no es una mala novela (os recuerdo que es novela debut, ya quisieran muchos este nivelón). Arkady Martine es una autora interesantísima a seguir y cuya visión de la sociopolítica, de las interacciones entre distintas culturas y del manejo de varias subtramas palaciegas y la forma de resolverlas me ha parecido muy interesante. Quizá destacar que hay un tramo bastante largo a mitad de novela en el que el progreso de la historia se detiene casi por completo, convirtiendo ese fragmento en un tramo que casi me hizo dejar el libro y abandonarlo. Tras un descanso lo retomé y terminé muy satisfecho con la conclusión de la historia. Yo, desde luego, seguiré la trayectora de Arkady Martine, aunque esta novela adolezca de algunos problemas de estructura y planteamiento, es un debut más que notable.
Creo que tu hype me contagio a mi tambien y estuve muy pendiente de agregarlo a mi lista de pendientes futuros. Me alegra saber que está bien pero te jugaron mal las expectativas. Gracias Alex.
ResponderEliminarAquí me tenéis para eliminar el hype del marketing y para hacer de conejillo de indias.
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