Escuadrón, de Brandon Sanderson


No lo voy a negar, Brandon Sanderson es el escritor de fantasía más importante de nuestros tiempos. Ha supuesto un cambio generacional a gran escala, es decir, el gran público comienza a reconocerle como un nuevo Robert Jordan (autor ultra super ventas de los 90 y los 2000) e incluso como un nuevo Tolkien a nivel de popularidad (aunque esta comparación siempre es arriesgada). Brandon Sanderson vende millones de ejemplares con cada uno de sus libros. Y es innegable que su presencia e influencia es una larga sombra que se extiende por (casi) todas partes. Como nota adicional, me alucina la inteligencia del autor para planificar y compartimentar su obra: una obra principal, varias sagas co-principales y luego novelitas más ligeras para llenar huecos entre libros y libros. ¿Quién es capaz de capitalizar tanto su propia literatura? Me flipa, de verdad. Porque luego saca libros de gran calidad, que no es fácil (y sí, sé que tiene un equipo bastante grande de gente que trabaja full time con su obra). En cualquier caso, hoy vengo a hablaros de una de esas obras escasas en su bibliografía, se trata de Escuadrón (Skyward), un libro juvenil de ciencia ficción, publicado por Nova y traducido por Manu Viciano, actual traductor de la obra del autor de Nebraska. 


Escuadrón es una novela de ciencia ficción notable, que sin pudor y sin vergüenza recoge tropos y leit motivs del camino del héroe y una novela de aventuras de lo más típica y traduce estos elementos a lenguaje Sanderson. Esto quiere decir: emoción, épica, sentido narrativo sobresaliente y una aventura de esas que nos recuerdan que, a veces, los libros son para pasar un buen rato, alucinar y ya. Es curioso como el libro que comienza con esa trama más bien simplona (niña tiene que crecer desde lo más bajo de la sociedad para convertirse en piloto y combatir a los aliens que amenazan a su pueblo) acaba con varios giros de guion interesantes que le dan una perspectiva mucho más dramática a la historia. Las obras de Brandon Sanderson siempre, siempre, van a más. Es un in crescendo constante.


En Escuadrón seguimos la historia de Spensa, una joven que vive en Detritus. Uno de los últimos planetas habitados por la humanidad tras huir de la Tierra. En Detritus todo está jerarquizado para economizar al máximo los recursos y la defensa constante ante alienígenas, una especie de Mad Max muy edulcorado (con sus forjas y su suciedad). Muy posapocalíptico todo, o al menos así me lo imaginé yo. El padre de Spensa es un piloto de cazas que defiende Detritus de los krells (yo no podía dejar de pensar en una fusión entre kree y skrulls, del universo Marvel). La humanidad por lo tanto debe vivir bajo la superficie para protegerse de estos ataques, excepto los pilotos de cazas que salen en defensa del mundo. Al comenzar la novela, el padre de Spensa sale en una misión de defensa y, al parecer, o según le cuentan a Spensa, huye, haciendo que ella y su familia caigan en desgracia, humillados por la supuesta cobardía de su padre. 

Aquí comienza una historia de superación, de crecimiento personal y de muchas aventuras, que parte de una arrogante y furiosa Spensa y que terminará en un clímax espectacular. Por supuesto, es un libro de Sanderson, y en Escuadrón no todo es lo que parece. El autor experto en construir mundos desarrolla una sólida historia que explora y explota todos los aspectos necesarios para la propia historia. Sí, es cierto, Escuadrón no es original, no es una historia nueva y posiblemente a muchos no os sorprenderá. Pero es como ver una película de Steven Spielberg un sábado noche. Es divertida, es emocionante, es apasionante y engancha. Y Escuadrón no busca ser otra cosa. No engaña en su propósito. Es una novelita de aventuras ligera que se lee en un suspiro. Por mi parte, estoy ansioso por leer la siguiente aventura de esta serie, de lo mejorcito que he leído este año. Sin pretensiones, honesta, sincera, aventurera. Más novelas así, por favor. 

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