Hammers on Bone, de Cassandra Khaw es una novela corta publicada en el sello Tor.com (2016) que mezcla el horror cósmico lovecraftiano con una ambientación y trama de novela negra. Sí, a todos nos habrá venido de pronto a la cabeza la serie True Detective (por lo menos su primera temporada), y algo de eso tiene, por lo menos en tono y atmósfera. Para mí son dos subgéneros que desde esa serie, parecen ir bastante de la mano, y varias obras en el catálogo de Valdemar lo demuestran. Creo que la estética noir y el horror cósmico beben de esas atmósferas cargadas y oscuras, claustrofóbicas, que a la vez recuerdan a terrores atávicos, ya sea por personas dementes, o por algo más.
Hammers on Bone está protagonizada por John Persons, un investigador privado y cazamonstruos, el cual recibe un contrato de un niño de diez años para que mate a su padre adoptivo, McKinsey. Segun Persons investiga, descubre que el padre adoptivo no es solo un maltratador, sin que tiene una infección alienígena que se esparce por todo Londres. Pero Persons también es un monstruo que proviene del espacio, por lo que la "lucha" parece estar equilibrada.
Quiero destacar un elemento que me ha resultado curiosísimo en la novela, y es que Khaw utiliza tropos y clichés que se asocian a personajes masculinos blancos y los tergiversa de modo que reflexiona sobre estos mismos tropos en la literatura, pero de modo que parece algo implicado en la propia trama. Además, Khaw le da protagonismo a aquellos que normalmente son "invisibles" en la literatura. Además, el protagonista, Persons, sufre varios dilemas morales, algo quizá más típico de la novela negra, sobre qué es la justicia, o sobre si la violencia está justificada.
En definitiva, creo que es un texto interesante, que a nivel de trama y ritmo se me ha quedado un poco pequeño, que se centra mucho en querer desmontar los mencionados clichés y que trata de ser original, pero que recae en tropos narrativos menos obvios manidos, así como resoluciones un tanto... extrañas. Hammers on the Bone es reflexiva e invita al lector a no quedarse con una primera lectura de las cosas, a recapacitar sobre los límites morales, tanto personales como dentro de la propia literatura. Todo esto además de hacernos pasar un (buen)mal rato, entretenida, divertida, de atmósfera, y muy oscura. La ilustración de cubierta es de Jeffery Alan Love, a quien os recomiendo seguir en Instagram.
Interesante. Si que concuerdo en que la estética noir y el horror cósmico son dos géneros que empastan muy bien, y que últimamente se ve bastante de la mano. Tengo antes varias (bastantes varias) novelitas de Tor antes en la pila, y mi ritmo es lento, para que negarlo, pero me apunto la propuesta. Un abrazo^^
ResponderEliminarEn breve sale la segunda novela, pero no sé si me la leeré.
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