Cuando
escucho el término “ciencia ficción hard (dura)”
los primeros autores que me vienen a la memoria son Greg Egan y Peter Watts.
Este subgénero de la ciencia ficción me da un respeto tremendo, ya que yo no
estoy formado en ciencias y en muchos casos, los escritores son científicos de
profesión, Egan es matemático y programador informático y Watts es biólogo
marino. Por lo tanto uno puede esperar que obras de este calibre tengan un
porcentaje de especulación bastante elevado y por lo tanto den por sentado
conocimientos base para entender esa especulación. Si no me equivoco, en el
caso de Egan ha llegado a publicar fórmulas matemáticas en sus textos.
Esto es solo
una razón (aunque importante) por la cual me da respeto leer una obra de cifi hard. El otro es el lenguaje y
vocabulario utilizado. La editorial (de la cual soy admirador) Fata Libelli publicó
un volumen con relatos de Peter Watts titulado Ad Astra y allí fue mi primer
contacto con Watts. He de decir que los relatos me gustaron, más la idea que el
tono del relato, es decir, entendía lo que Watts quería transmitir, pero la
forma de hacerlo no me atrapaba nada. Me ha ocurrido algo parecido con
Echopraxia, solo que sin la primera parte. No me he enterado de nada.
Cualquier
lector avezado de ciencia ficción te recomendará Blindsight (2006) como obra de
referencia (la tengo pendiente) pero yo no la he leído, por lo que he pasado de
unos relatos a la última obra publicada por el autor (que conseguí en
NetGalley). Al principio creí que era un problema mío no entender qué estaba leyendo, quizá por no haber leído algo previo del autor como la novela ya mencionada, pero viendo las reseñas de Odo y de Leticia veo que no solo he sido yo quien ha sufrido con la obra o la ha encontrado complicada.
En Echopraxia nos metemos en la piel de
Daniel Brüks que se embarca en un viaje espacial con una tripulación de lo más
variopinta como vampiros, monjes cuyas mentes están conectadas, algo parecido a
los zombies; que son denominados como posthumans,
o traducido: una evolución posterior del homo
sapiens sapiens. Estos seres son superiores en cuanto a inteligencia se
refiere a Daniel y sus propósitos están siempre por encima del mismo. A partir
de aquí no puedo ayudar mucho más en hacer un resumen de la trama, pues no hay
mucho más por contar.
El argumento
se va desdibujando hasta quedar diluido en ciertas subtramas que carecían de interés para mí, y esto hace
que el ritmo de la novela sea especialmente difícil. Sumándolo al alto nivel de
inglés y de concentración que pide el libro, el libro se me cayó de las manos
varias veces. Sí, lo terminé, pero en varios fragmentos del libro hice una
lectura diagonal debido a lo poco que me interesaba.
Se intuye una
crítica a algo llamado “transhumanismo” (tuve que buscar por Google qué
significa y de qué va) por lo que un lector que no sea científico, interesado
en la especulación biológica o un freak
de estos temas, se va a quedar exactamente como yo, sin entender absolutamente
nada. En otras palabras, Watts critica algo que para mí es totalmente trivial y
según he leído por ahí, la obra se fundamenta en ello. (Edit: Os dejo un enlace al blog Cavernalia que hace un repaso del transhumanismo en la ciencia ficción.)
La obra va
planteando algunos misterios que no se desarrollan ni acaban por resolverse,
por lo que me pareció una forma torpe de intentar enganchar al lector con una
lectura poco interesante e insulsa. Al final de la novela encontraremos algunas
claves para los misterios atrás mencionados, pero como me pasó a mí, me
interesaban tan poco que ya ni me acordaba de qué había leído anteriormente. Mi
concentración durante la lectura divagaba constantemente y a menudo me sentía “obligado”
a seguir leyendo, algo que considero muy negativo. Citando directamente la
reseña de Odo: “[...]más de 300 páginas de decisiones arbitrarias, motivaciones insondables y
escenas inconexas. Un peaje demasiado alto, si me pedís mi opinión.“ y es que esto es totalmente cierto.
Aun así he
encontrado aspectos positivos en la lectura del libro. Hay diálogos que
contienen una gran carga crítica e irónica y hasta que no has pasado un par de
páginas tras leerlos no dices el típico “Aaaah, ahora lo pillo”. Esto me
obligaba a volver a leer el diálogo y una vez entendido, se volvía mucho más
interesante. A pesar de que no soy un científico, me considero un poco freak de la ciencia especulativa (sin
magufadas por favor) y hay conceptos que como he dicho anteriormente, corrí a
Google a buscar debido a mi creciente curiosidad. Claro que este punto no es ni
mucho menos algo notable para aguantar una novela entera, pero sí que es un
detalle que he apreciado.
En
conclusión, creo que es una novela extremadamente disuasoria, de una
complejidad alta y que requiere un nivel de fe y de aportación del lector
importante. Yo no he estado a la altura de la lectura, pero creo que una novela
más breve, sin necesidad de torpes decorados o cliffhangers sin sentido, hubiera funcionado mejor. O incluso un
relato, como los incluidos en Ad Astra. Así, por lo menos, el sufrimiento
hubiera sido más corto.
"Egan ha llegado a publicar fórmulas matemáticas en sus textos"
ResponderEliminar¡El acabose! Desde luego, el atrevimiento de algunas personas (por llamarlas de algún modo) no conoce límites (cuando n tiende a infinito).
no es una crítica, tan solo un apunte ;)
EliminarLo sé, pero me ha hecho gracia. En mi próxima reseña pondré "Sterling ha llegado a utilizar metáforas en sus textos"
EliminarLo mismo.
EliminarGracias por el enlace. En realidad, en mi blog sólo abarco la ciencia ficción del siglo XIX, porque la magnitud de la tarea me aturulló y no me vi capaz de seguir con ella (soy muy vago para todo lo que no dé dinero). :-D Pero los conceptos principales está ya casi todos ahí. Sólo en el análisis de "Frankenstein" ya se tocan varias cuestiones elementales que siguen en el debate actual sobre el transhumanismo.
ResponderEliminarHola!, acabo de descubrir tu blog y me parece muy interesante :), pues ya te sigo.
ResponderEliminarRespecto la entrada a mi me gusta mucho los libros de ese género, es el segundo genero preferido...
Muchas gracias por esta entrada la veo muy interesante.