Como soy un
poco zorro, avispado, hocicopollo, me voy a aprovechar del estreno de Game of
Thrones (Juego de Tronos). La cuarta temporada de la serie de la HBO que se
inspira (o ambienta) en los libros de Canción de Hielo y Fuego. Más o menos
libremente, en eso no entraremos.
Pero lo que
yo os traigo hoy es algo un poco inusual. La reseña de Juego de Tronos, el
primer libro de Canción de Hielo y Fuego. Libro que hace algunos años que me
leí. Y sí, como he dicho hace 4 líneas, lo hago aprovechando el estreno del
primer capítulo de la cuarta temporada de Game of Thrones.
¿Qué se
puede decir de Juego de Tronos que no se haya dicho ya? Poco, la verdad.
Existen blogs dedicados por completo a esta saga. Portales webs con guías y
árboles genealógicos. Foros con centenares de temas abiertos repletos de
decenas de miles de mensajes. Incluso blogs de filosofía donde se compara
personajes y hechos históricos con la novela. Poco puedo aportar a todo esto.
Juego de
Tronos se publicó en 1996, solo para ponernos en contexto (en 1998, solo dos
años después se publica Choque de Reyes, seguramente porque la tendría bastante
preparada junto con la primera), en 1997 se publica Harry Potter y la Piedra
Filosofal, y algunos como yo empezábamos en esto de la literatura fantástica. Por
lo tanto me gustaría hacer un repaso a las novelas que se publicaron en la
década de los 90 (esto lo he conseguido gracias a @misionCiFi).
En enero de
1990 empezaba a publicarse la titánica saga de fantasía épica (y bastante clásica)
La Rueda del Tiempo por Robert Jordan y se publicaban hasta 1998 los ocho
primeros títulos. En 1994 empezó a publicarse otra longeva saga, La Espada de
la Verdad de Terry Goodkind y se publicaban hasta 1999 los cuatro primeros
títulos. Harry Potter y la Piedra Filosofal se publicó en 1997 y en 1998 y 1999
los dos siguientes volúmenes. En 1995 se publicó Luces del Norte, el primer
tomo de la trilogía La Materia Oscura de Phillip Pullman. Robin Hoob publicaba
su trilogía Vatídico durante esta década. Neverwhere de Gaiman, Tigana de Guy
Gavriel Kay, Good Omens de Gaiman y Pratchett fueron publicadas durante los ’90.
Gardens of the Moon de Steven Erikson daba inicio a una enorme y brutal saga de
fantasía. Elizabeth Moon, Anne McCaffrey, Eoin Colfer, Tad Williams, Gregory
Maguire, Stephen King y una lista enorme de autores que os dejo aquí.
Podemos
deducir de esto que Juego de Tronos se publicó en unos años de pleno apogeo de
literatura fantástica, donde podemos ver, por la lista antes mencionada, que se
buscaba romper el esquema de Tolkien y salir de su sombra. No todos lo
consiguieron y no todos querían lograrlo, pero de todos ellos hay algunos que
en su momento tuvieron más éxito que el resto. Gaiman sigue al pie del cañón,
así como Pratchett, pero otros y otras escritores y escritoras, por no
arriesgar, han quedado en cierta sombra de la no-originalidad. Y es que la
criba del tiempo no perdona.
Juego de
tronos pasó algo desapercibida bajo sagas tan populares como La Rueda del
Tiempo o La Espada de la Verdad, mucho más comerciales y más banales. Pero las
buenas semillas crecen fuertes y hermosas, y la de George R. R. Martin era de
estas.
Una saga
atípica y sorprendente que rompe y destroza casi todos los preceptos que se
tenían de la fantasía épica. Quizá el ambiente medieval y los tópicos de
caballeros siguen ahí, pero con un giro de tuerca impresionante.
Los
protagonistas ya no están protegidos, todos, absolutamente todos, pueden morir
por el bien de la trama. Algo que la mayoría de autores no se atreven a
realizar. Y en las novelas anteriormente mencionadas, esto solo he visto en una
de ellas, en la saga de Malaz de Steven Erikson. El resto siguen el tradicional
concepto de agarrarse a un protagonista-balsa para contar toda la historia.
¿Alguno de
vosotros ha leído La Rueda del Tiempo o La Espada de la Verdad? Yo no, y no
creo que lo haga ni a corto ni a largo término. Es una saga que no me interesa
y en comparación a Canción de Hielo y Fuego, en mi opinión, menos originales,
menos trabajadas y mucho menos arriesgadas.
Si algo ha
hecho especial a Canción de Hielo y Fuego ha sido su originalidad. Sí, salen
caballeros; sí, todo está ambientado en temas medievales; pero en Canción de
Hielo y Fuego, por poner un ejemplo, las mujeres son más que meros
acompañantes, son protagonistas. Tienen fuerza y tienen poder. Mucha gente no
está de acuerdo con esta apreciación, de hecho he llegado a escuchar locuras como
que Martin es un misógino. Algo incomprensible. ¿Cuántas personajes mujer como
Daenerys, Cersei, Melisandre o Arya existen en novelas de fantasía de los ’90?
Yo diría que ninguna. Y esto es una de
las grandes claves del éxito de Martin. La mujer deja de acompañar a Conan en
taparrabos y un brah de piel de jabalí, con unos pechos inmensos y los estereotipos
de la época.
Y luego está
la prosa, claro. Dicen que leer a Martin en inglés es complicado, pues es
bueno, muy bueno escribiendo. Puedo corroborarlo. George R. R. Martin escribe
que da gusto leerlo. Ya no por la historia, si no por lo bien contada.
Y esa es
otra, la historia. Tantos frentes abiertos, tantos focos de acción. ¿Qué no te
gustan los Stark? Tienes a los Lannister. ¿Qué no te gustan las guerras y las
batallas? Tienes intriga palaciega. ¿Qué no te gusta la intriga? Tienes
aventuras personales como la de Arya. Tienes magia, tienes misterio, tienes
romances. En general, hay tantas cosas tratadas en la saga, que el público que
deja atrás sus prejuicios, va a gustarle. Ya sea por una razón o por otra.
El público
de Canción de Hielo y Fuego es variopinto y daría para otra entrada. Pero solo
diré que Martin no es para todos los públicos. Son libros largos, cargados de
información, incluso densos. No aptos para cardiacos y muy propensos a
convertir sus páginas en pegamento para tus dedos. Por lo que a pesar de la
enorme fama que ha conseguido gracias a la serie Game of Thrones de la HBO, es
posible que no todo el mundo termine el primer libro. Si lo hacen, no van a
poder parar de leer. Es un hecho.
¿En qué se
inspira George R. R. Martin? Esto lo vamos a resumir, porque también puede dar
para muchas entradas. En primer lugar, Westeros
o Poniente, tiene una clara semejanza con las islas británicas. Y de aquí vamos
a la gran influencia del autor: La Guerra de las Rosas y la Guerra de los Cien
Años. No hay nada mejor que la realidad para alucinar. No quiero profundizar
más. Hay incluso libros publicados que hablan de este tema y yo solo haría un desmerecedor
e insulso apunte.
Y aunque parezca una tontería, agradezco el buen hacer de la editorial Gigamesh por haberlo traducido y haber apostado por él. Como ya he dicho antes, arriesgando se gana, y Gigamesh han dado en el blanco.
Canción de
Hielo y Fuego, Juego de Tronos, Game of Thrones… llamadlo como queráis, pero yo
digo y sin remordimientos de ningún tipo, que tenemos al mejor escritor de
fantasía épica en activo. Yo se lo contaré a mis nietos y no me creerán. ¿Y
vosotros?
Te había escrito anteriormente un mensaje más largo pero no sé porque al darle a "vista previa" se me ha borrado el campo donde estaba escribiendo mi comentario, en fin, en resumen preguntar si, dentro de estos autores que plantearon fantasía medieval fuera del esquema y la sombra de Tolkien, conoces al que para mí es un autor fundamental dentro del género. Este autor al que me refiero es Andrzej Sapkowski y su saga Geralt de Rivia. Realmente, en caso que no conozcas a este autor te recomiendo encarecidamente que vale mucho la pena echarle un ojo a su obra.
ResponderEliminarMi comentario era bastante más largo exponiendo más a este autor pero ahora mismo no tengo tiempo y dejo aquí un resumen de lo que era mi anterior comentario. Simplemente hago este apunte como recomendación de un autor para mí, personalmente, muy relevante en el conjunto de obras que se hayan podido hacer planteando una fantasía medieval desmitificada, ambientada en un mundo cruel y despiadado, lejos de las idealizaciones características de las obras más clásicas de este género literario.
Saludos Alexander.
Hola Miquel,
Eliminarsí, conozco a Sapwkowski y he leído parte de su obra. Tienes razón con este autor y lo había olvidado, sus obras fueron publicadas en los '90. De todas formas en el post no hablo de todo lo publicado para salir de la sombra de Tolkien, tan solo de la década de 1990 a 1999 para contextualizar Juego de Tronos y ver en que ambiente se publicó. Uno de proyectos emergentes más que interesantes.
Gracias por pasar y espero que sigas apareciendo más a menudo.
Alex.
Totalmente de acuerdo, algo necesario para el género!
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