Esta es la segunda parte de
la trilogía de la Primera Ley, y aquí podéis leer la reseña de la primera parte.
Cuanto más leo a este hombre más me gusta su forma de contar las historias. La
primera ley es una trilogía cruel, despiadada, de sangre y barro, donde
nuestros personajes evolucionan pero no en el clásico sentido de la palabra,
solo cambian, a veces a peor, algunos involucionan y vuelven atrás, y otros
simplemente tropiezan con la misma piedra cientos de veces sin darse cuenta que
de ahí no pasan.
Lo mejor de esta novela es
sin duda eso, la construcción de los personajes, con una vida propia
apabullante. Todos incluso personajes que no se han visto directamente como
Bethod, tienen una profundidad impresionante gracias a comentarios fugaces que
hacen otros personajes.
En este segundo tomo nos
disponemos ante tres diferenciados frentes. Glotka en el sur, West en el norte
junto a los norteños (Sabueso, Tul, Dow, Hosco (que genialidad de personaje) y
Tresárboles; y en algún lugar lejano, tenemos a Logen, Bayaz, Jezal, Ferro,
Malacus y Pielargo. Cada uno de estos frentes tiene su propia evolución y su
conclusión. He de decir que Abercrombie es un escritor inusual. No esperéis el
típico final, ni una resolución resolviendo todas las incógnitas, a veces, la
vida nos hace esperar cosas que luego nos decepcionan y creo que eso se plasma
muy bien en la historia de Logen y compañía. Su largo periplo sin duda nos hace
esperar un grandioso final.
Abercrombie no usa mapas, estrategia
muy inteligente ya que de esta forma nos puede estar enviando a algún lugar muy
lejano, o de pronto a dos pasos de un frente, sin la necesidad de limitarse con
accidentes geográficos o distancias cartográficas.
Pero quería hablaros de algo
muy curioso que hace Abercrombie: usa los tópicos para crear anti-tópicos. Crea
el viaje del personaje, evolutivo, donde su personalidad se fortalece para
poder superar el obstáculo final. Este sería el esquema básico, que a primera
vista parece que el autor nos presenta. Cuan equivocados estamos cuando
acabamos el libro y vemos como Abercrombie ha jugado con nosotros. Los
personajes que en otro tipo de narración serían tópicos del tamaño de un titán, se nos describen de
forma mucho más cruel, ruda, con actitudes nada heroicas, rompiendo así el
esquema clásico.
Bayaz podría fácilmente asemejarse
a Merlín, dando trazos de sabiduría a Jezal, para dejar su pomposa vida de
noble y convertirse en un buen caballero. Nada más lejos de la realidad Bayaz
no busca la sabiduría, ni un buen rey, ni nada de eso, busca manipular a sus
ayudantes para sus propios propósitos y así lo demuestra hablando claro varias
veces durante el trayecto.
Me resulta muy interesante
ver los esquemas clásicos de la fantasía, torturados, doblados y manipulados al
antojo del autor, para entrar dentro de los autores de fantasía contemporánea y
hacerse un hueco del que sin duda es merecedor.
La narración es correcta, en
ningún momento se hace cuesta arriba, donde encontramos episodios que nos
atrapan entre las páginas. Hay situaciones que quizá podrían haber sido mejor
explotadas, pero eso no quita que siga siendo una novela totalmente adictiva.
Hay que recordar que este
libro es la intermediación entre el principio y el desenlace de la historia,
por lo que no busquéis demasiadas respuestas todavía (aunque se nos dan datos
muy interesantes), y disfrutad del paseo con estos magníficos personajes que os
harán sacar una enorme sonrisa en más de una ocasión.
Totalmente de acuerdo Alexander, Abercrombie nunca deja de sorprendernos. Disfruta con ello ;)
ResponderEliminarUn saludo,
Javier Pastor
Es un muy buen libro, una trilogía diferente en la que Abercrombie ya ha demostrado tener un estilo propio muy definido e inconfundible. Yo me lo pasé en grande, por eso luego leí "La mejor venganza" y tengo por leer "Los Héroes".
ResponderEliminarPor si os interesa, tenemos la reseña de "La mejor venganza" en: http://booksymusic.blogspot.com.es/2013/03/la-mejor-venganza-joe-abercrombie.html
Salud!