Bosque Mitago - Robert Holdstock

Bosque Mitago (Mythago Wood)  ha sido de las mejores novelas que he leído hasta ahora. Seguramente porque la he leído en el momento propicio y con la suficiente madurez para captar sus matices. Me ha llegado muy profundamente la historia y reconozco que es de los poquitos libros que me ha hecho suspirar y exclamar en voz alta mientras a mí alrededor me miraban raro.

El libro está escrito en primera persona, como si leyéramos un diario, nos narra los sucesos y sensaciones por los que pasa el protagonista. Sin duda este estilo necesita de mucha destreza para no ser pesado y Holdstock lo borda.

Me ha gustado mucho la estructuración de la novela. Aunque al principio cuesta un poco entrar en la novela. Yo creo que esto sucede porque el rechazo del protagonista a los sucesos que tiene con el bosque Rhyope están tan bien plasmados, que se nos contagia ese rechazo. A mí me paso, leía diez páginas y lo dejaba media día, o incluso hasta el día siguiente. Para mí el mejor personaje es Guiwenneth. Es la que une la novela, las dos partes de ella. Lo nuevo y lo viejo. La metamorfosis de dos mundos totalmente diferentes. Conecta a Steven y al bosque Rhyope con amor. Y es que en los años 80, hablar de amor todavía no estaba tan desgastado como hoy en día, el amor y la amistad iban de la mano por entonces.

La dulzura y ternura con la que describe a este personaje me maravilló. A si como por Steven no sentí nada cercano a la empatía. Mi relación con este personaje fue durante toda la novela bastante fría. De hecho cuando raptan a Guiwenneth, en la mitad de la novela, devoraba las páginas a una velocidad sorprendente. Quizá desesperado por volver a saber de ese personaje que me cautivó igual que a los protagonistas de la historia.

El planteamiento central de la novela es de una originalidad apabullante. Un bosque vivo, donde los mitos del hombre viven según la época en que fueron creados. Holdstock nos relata la mitología celta brevemente a través del paso de Steven por el bosque. Sinceramente tuve en falta que hablará más de la Madre Tierra, o el Espíritu del Bosque. Me falta la explicación del creador de los mitos.

Como este libro es parte de una saga, seguramente se explique más adelante, aunque sinceramente, tengo miedo de que los siguientes libros me hagan perder el amor que siento por esta novela.

Cosas que no me han cuadrado ha sido por ejemplo los tres mitagos que siguen a Keaton y Steven, que aparecen brevemente y desaparecen totalmente, sin ningún tipo de explicación. El final repentino y brusco no me acabó de gustar. Feliz o triste, no importa, pero acaba en demasiadas pocas páginas y a mi gusto mal explicado. Encima el epílogo con una leyenda translucida que no deja vislumbrar bien que ocurre. Yo sin duda habría matado a Steven y habría hecho sobrevivir a Guiwenneth.

Sin duda nuestros antepasados, nuestra historia y nuestros mitos nos persiguen. Persisten en la memória y nos hacen ser como somos de alguna manera. Nos hacen soñar y nos hacen internarnos en un gran bosque de incertidumbre, descubrimientos y belleza.

Conclusión: una de mis obras favoritas, ya no solo de fantasía (que es totalmente atípico a la fantasía que conocemos), si no una de mis obras favoritas de la literatura. Su sencillez y profundidad me ha cautivado como hacía tiempo que no lo hacia una obra.

 PD: Con esta obra me he inspirado en pintar un cuadro, si consigo hacerle una buena foto, la subiré. El cuadro trata sobre el Señor Astado, el gran Venado, el padre de Guiwenneth.