Ah, echaba de menos que uno de los libros de Fata Libelli estuviera por el blog. Aunque lo he leído todo, por una u otra razón, las reseñas no han acabado llegando (que lo harán. Como buen suscriptor de esta fantástica editorial digital, hace unos días recibí en mi Kindle la esperadísima VERBUM, la primera antología de autores nacionales que publica la editorial. Debo disculparme aquí con mis lectores pues, aunque he leído el 100% del catalogo de esta editorial, no lo he reseñado todo en el blog (aunque los borradores de las reseñas existen, por ahí). Mi intención es recuperar esos borradores, para que de alguna forma sirvan como recomendación para que os intereséis más por los trabajos publicados en Fata Libelli. Dicho esto, vamos con la reseña.
Verbum es una antología que recoge una variedad curiosa de hombres y una mujer (lo siento, tenía que mencionarlo). Desconozco si las editoras acudieron a los autores o viceversa, pero el caso es que hay algunos nombres a los que no estaba tan acostumbrado. El libro inicia con un relato de ¿terror? de Pilar Pedraza, en cual una niña (una niña gótica) viste y actúa diferente al resto de su sociedad, una que parece estar ambientada en una España franquista. El relato, para que os hagáis una idea, me ha traído recuerdos de textos de Cristina Fernández Cubas, en el que un texto que empieza con una nota de realismo cotidiano y en el que el fantástico va a hacer presencia de un momento a otro. Pilar Pedraza es una autora curiosa, a menudo ignorada por el fandom por lo especial y diferente de sus textos, pero una vez que te metes en sus historias te da la sensación de que, primero, hace fácil lo difícil, y segundo, tiene muy, muy claro, lo que quiere contar. La gótica es una excelente puerta de entrada (y como reclamo también funciona) a una antología que cada vez pinta mejor.
Seguimos con mi segundo relato preferido, el de José Antonio Cotrina, y es que los que me seguís desde hace tiempo sabéis que admiro mucho a este escritor Oscuros es un relato que... bueno, mejor lo leéis. Pero me llevo reflexiones profundas de la lectura. ¿Qué es el olvido? ¿Qué significa desaparecer? ¿Y si hay algo más con nosotros? Puro terror, en ocasiones he sentido escalofríos y es que Cotrina con este relato brilla. Excelente texto con un ritmo y una narrativa impecables. El siguiente es Jesús Cañadas con Su olor a jazmín. El listón está alto, pero es que Jesús Cañadas tiene algo, una suerte de conexión eléctrica con el lector que consigue una empatía y una inmersión en la historia casi desde la primera página. Con su particular estilo que recuerda a Pronto será de noche, Jesús nos somete a una historia claustrofóbica, agobiante y aterradora. Una de esas que no te dejan respirar ni cuando las sueltas. Y aquí hay un pequeño parón. Venimos de tres relatos que son 10/10, y los dos siguientes, el de Roberto Bartual, y el de Luis Carlos Barragán me han dejado algo más frío. Aunque he ido a relato por día, no he podido evitar sentirme ligeramente decepcionado. No me entendáis mal, ni de lejos son malos relatos, pero uno de ellos no lo he entendido y me ha dejado una sensación desagradable de incomprensión, y el otro me ha dado un poco igual. A pesar de esto, Quimera, y Amada de antaño son relatos escritos con oficio, pero cuya temática y estilo no me han acabado de convencer.
Great King Girl, de Weldon Penderton recoge ese testigo de los primeros relatos y nos sorprende con un relato que, aunque de ritmo irregular, es alucinante. Uno de los que más he disfrutado, primero por descubrir a un nuevo autor, y segundo porque el relato es mereceror de cualquier elogio. Con El camino, de Ricardo Montesinos vamos a un subgénero de la ciencia ficción poco explorado por mí: la space opera. Mi anterior incursión con Montesinos fue en Terra Nova 3 con Prolang, y aquí no decepciona, aunque el relato no llega a ser tan brillante. Es un relato divertido, apasionante y muy entretenido. Y finaliza la antología con Añoranza de lo que no fue, de Mauro Hinojosa, un relato al que me ha costado mucho entrar, que una vez dentro he disfrutado, pero que no puedo evitar pensar que con un inicio algo diferente hubiera sido mucho más entretenido. Me da la sensación de que el texto se queda corto con lo que quiere contar y que no funciona demasiado bien como relato (¿quizá novela?). Si llega a salir una novela de aquí, desde luego que la leeré.
Verbum es una antología que por lo general es excelente. Una atrevimiento que muchos esperábamos desde hace tiempo., que presenta unos textos que, supongo que por preferencias de la editorial, tienen atmósferas oscuras, algunos de ellos siendo por entero cuentos de terror. Muy, muy recomendable lectura para conocer autores en lengua castellana excelentes y probar un poco de todo. A mí se me ha hecho corta, y desde luego espero un Verbum 2. Cruzo los dedos.
Tengo muchas ganas de leerla, espero hacerlo antes de termine el año, o quizás me la guarde para que sea la primera lectura del 2017. Tengo especial interés en por leer el relato de Cotrina que es uno de mis autores favoritos y también el de Cañadas.
ResponderEliminarPD: me quedo esperando esas reseñas de Fata Libelli.
Tanto el de Cotrina como el de Cañadas son mis preferidos. Seguro que te sorprenden. Dale caña, son 150pgs de nada y se lee en un plas. Vale la pena.
EliminarPues el par de reseñas que llevo leídas junto con la tuya me dejan claro que es un must de este final de 2016. Me lo cogeré y haré como tu, un relatillo por día para degustarlo. El año que viene me cojo la suscripción de contado. Un abrazo^^
ResponderEliminarLo de la suscripción es de cajón, desde luego.
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