Neimhaim, de Aranzazu Serrano



Perseverancia. Esa es la palabra que me viene a la cabeza cada vez que tengo en mis manos esta novela de casi 900 páginas. No por el tiempo de lectura dedicado, que sí es cierto que pide cierta perseverancia, sino por lo ambicioso de la autora. Aranzazu Serrano se ha pasado toda la vida (casi literalmente) escribiendo esta trilogía condensada en un libro. La autora demuestra que ante un mundo de prisas y contratiempos, dedicar eso que tanto nos gusta gritar que nos falta puede lograr que una obra sea como resultado más consistente y mejor presentada de lo que podría haber sido de otra forma. La autora es un ejemplo de perseverancia y de que el tiempo juega a nuestro favor si nos lo tomamos con calma.


Olvidemos por un instante todo lo que se ha dicho y todo lo que ya sabemos de esta novela. Si estáis leyendo esta reseña probablemente habéis leído el libro, o ya habéis oído hablar de él a varias personas y sabéis de qué trata. Por ello olvidad todo esto por un momento. Neimhaim, es una buena novela de aventuras y fantasía. Creo que esto es un enorme piropo para la novela puesto que no es una obra que busca ser nada más y sería injusto pedir más que esto. Aún así nuestros criterios personales nos pueden llevar a pensar mejor o peor de la misma, pero por mi parte me quedo con una divertida, adictiva y entretenida novela de fantasía y aventuras. Neimhaim presenta una trama en la que dos pueblos enemistados unen fuerzas para enfrentar a una poderosa amenaza. Estos pueblos, los djendel y los kranyal deciden unir sus pueblos a través de un matrimonio de recién nacidos a los cuales llamarán elegidos. Estos son Ailsa y Saghan, los protagonistas principales y quienes llevan el destino de sus pueblos ligado al suyo propio.

Neimhaim tiene influencias de mitología germana, escandinava y celta. No por casualidad la novela ocurre en un paraje nevado y escarpado, con un fuerte parecido a los fiordos noruegos. Podemos seguir viendo paralelismos en la mitología construida en la novela y en su panteón de dioses. Además la forma de vida de los kranyal tiene una clara influencia de cómo vivían los pueblos escandinavos y germanos. Un pueblo duro, recio y guerrero. Por otro lado la cultura celta, aunque muy desdibujada e idealizada se puede ver en la forma de vida de los djendel, en comunión con la naturaleza y transformando sus rituales en magia “blanca”. Hay que recordar, no obstante, que se trata de una novela de fantasía y que no estamos aquí para ser rigurosos, pues como he dicho al principio se trata de influencias culturales para escribir una obra de ficción. En ese sentido creo que Neimhaim cubre las expectativas, absorbiendo elementos de estas mitologías y culturas y transformándolas en una propia. La novela tiene un sistema mitológico, cultural y mágico muy sólido y que va creciendo de forma paulatina a medida que el lector avanza en la lectura.

El argumento de la novela es complejo y cambia a medida que la novela avanza. El ritmo es irregular, lento y algo pesado al principio y fluido a partir de las primeras 200 páginas. El estilo de la autora también cambia, en las primeras páginas se ve una escritura algo más tosca que recurre a comparaciones algo trilladas, pero que a medida que avanzamos evoluciona de forma muy positiva. Es cierto que se ve un intento por parchear esas primeras páginas (las que se presupone que la autora empezó cuando tenía 18 años), pero aún así se nota la falta de destreza. Esto por supuesto es algo que no afecta demasiado a la experiencia lectora y que a mí personalmente me ha interesado descubrir. El proceso de la novela se nota que ha sido largo. Hay algo que se ha repetido mucho sobre esta obra y en lo que no estoy de acuerdo del todo (y ya que es mi blog ymis desvaríos, puestos a meter la pata, la metemos hasta el fondo). Se ha dicho de Neimhaim que es una de las pocas obras de fantasía con protagonista femenino fuerte (mujer guerrera, hombre más enfocado a la magia) y no podría estar más en desacuerdo, pues precisamente hay una tradición en el género fantástico bastante amplia de escritoras cuyas protagonistas  son personajes fuertes que no necesitan del típico rescate de un hombre. No quiero decir que Neimhaim no lo haga bien, al contrario, me encanta leer obras de autoras de tanta calidad con personajes femeninos tan tangibles, pero no es la primera y es importante recordarlo, porque hay que seguir reclamando que esto siga ocurriendo.


Neimhaim es una novela dirigida a un público juvenil, y eso es algo que me ha parecido positivo. Todos los que estamos en este mundillo sabemos que el mercado juvenil es el que mejor está aguantado estas oleadas de crisis, quizá porque es un público más entregado, con menos responsabilidades económicas y donde el boca a boca funciona como una mecha corta. La autora no ofrece una novela mascada y sencilla, no es un simple pasapáginas. Hay un enorme trabajo detrás de Neimhaim y esto es algo que dentro de la enorme cantidad de obras destinadas al público juvenil se agradece. Obras de este tipo vienen a recordarnos una vez más que “juvenil” no es sinónimo de “sencillo” o “vanal”. “Juvenil” es un trabajo enorme, dirigido a un público cuyo criterio lector está creciendo y formándose y que obras de este tipo enriquecen gratamente. En este sentido aplaudo la obra de Aranzazu Serrano que, sobra decir, es apta para todos los públicos y se puede disfrutar tengas la edad que tengas.

Aranzazu Serrano entra por la puerta grande de la fantasía patria, publicando su primera novela en el sello Fantascy de Penguin Random House. Impresionante debut y una obra que juega de maravilla con los clichés de la fantasía épica y que aunque no es demasiado original (volvemos de nuevo al camino del héroe) sí que aporta otros elementos interesantes. Entrar en Neimhaim es sentir el frío de los fiordos y la abrumadora energía del norte de Inglaterra y Escandinavia. Neimhaim nos recuerda que seguimos siendo niños. Grandes y crecidos, pero niños, y que estas historias nos siguen emocionando como el primer día.  


Comentarios

  1. Hola,
    A mi también me gustó muchísimo este libro, aunque no sé si lo catalogaría como juvenil, pero tengo muchas ganas de leer los siguientes :)
    Un abrazo!

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    Respuestas
    1. Yo sí creo que está enfocado a un público juvenil. No trata temas demasiado trascendentales, o no directamente, los protagonistas son adolescentes, etc.

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    2. Una obra juvenil puede tratar temas trascendentales y los protagonistas no tienen que ser adolescentes por fuerza. Eso son requisitos que la gente pone. Más que por los temas que trata o los personajes, yo acostumbro a catalogar una novela en función al modo en el que los trata. Es más, voy a citar una parte de la reseña:
      “juvenil” no es sinónimo de “sencillo” o “vanal”. “Juvenil” es un trabajo enorme, dirigido a un público cuyo criterio lector está creciendo y formándose (y yo no podría estar más de acuerdo).

      Por otro lado, este libro me llama muchísimo. Es una de mis lecturas pendientes para este año y esta reseña me da aún más ganas.

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    3. Sí, es cierto lo que dices, Jonathan. Mal visto por mi parte, juvenil no es sinónimo de sencillo o vanal.

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  2. Lo tengo en casa. Aún no pude ponerme con él pero estoy deseando pese a que he visto muchas veces que se dirige al público juvenil
    Besos

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