The Dinosaur Lords, de Victor Milán

Dinosaurios. Fantasía épica con dinosaurios. Dinosaurios con placas de armadura montados por caballeros. Ejércitos de dinosaurios dándose de palos. ¿Ya estáis salivando? Bien, esto mismo me ocurrió a mí. He de decir que el hype por una novedad me afecta poco, a no ser que tenga que leer esa obra por NetGalley o por un club de lectura o cualquier otra cosa, no tengo problema en no leer novedades. Pero desde que vi por primera vez la portada y sinopsis de The Dinosaur Lords sabía que tenía que hacerme con él, aunque fuera una mala novela, no importaba. La novela tiene altibajos, pero si tuviera que hacer una síntesis general, creo que no la recomendaría a la ligera pero sí que tiene un nivel superior a la media de novelas de fantasía épica que se están publicando actualmente. Muchos me pedíais una reseña de este libro, así que voy a tratar de extenderme todo lo posible para cubrir todo lo que pueda ser interesante contar de la novela.

Llevo una racha algo floja de lecturas de fantasía, por más que leo tengo la sensación de que solo se repiten formulas envueltas con un contexto de un color diferente, pero lo mismo al fin y al cabo. Estaba muy seguro que de The Dinosaur Lords iba a ser más de lo mismo, y en parte lo es, pero no del todo. Antes de entrar en la trama, cabe mencionar lo espectacular de la edición, con una portada impresionante y una ilustración de los diferentes dinosaurios al inicio de cada capítulo. Si os soy sincero, el volumen en tapa dura vale lo que cuesta, pues la edición es una maravilla. Referente a la trama, la novela tiene lugar en el imperio de Nuevaropa, un mundo ficticio que en palabras del propio autor no sucede en la Tierra. Aún así tiene fuerte inspiración en la Europa del siglo XIV. La novela empieza con una enorme batalla entre Karyl Bogomirskiy liderando a su ejército de mercenarios (que cabalgan triceratops), montado en Shiraa, un Alosaurio apodado “matador”; y el ejército del Count Jaume Llobregat y el Duke Falk von Hornberg, cuyos caballeros cabalgan un tipo de dinosaurio herbívoro y de apariencia poco agresiva. La batalla parece decisiva, pero Victor Milán se guarda varios giros de guion muy interesantes en la manga. Todo esto es contado a través del punto de vista del maestro de dinosaurios Rob Korrigan. No os contaré nada más de forma explícita nada más de la novela, pero desde el inicio la acción y las traiciones son algo común que se mantendrán durante toda la historia.

La novela tiene dos partes diferenciadas claramente. La inicial donde los dinosaurios tienen gran peso y en la que el worldbuilding es impresionante. Conocemos a las diferentes facciones, cómo Milán ha usado referencias europeas para caracterizar a cada una de estas facciones (¡hay catalanes!) y a pesar de ser una parte introductoria se hace tremendamente adictiva e interesante. Además los dinosaurios tienen cierto papel protagonista muy interesante ya que es donde aparecen como un elemento importante en la trama. La segunda parte es totalmente diferente pues cambia de una fantasía épica a una fantasía de intrigas palaciegas donde los dinosaurios han pasado de tener protagonismo a “estar por ahí” ya que apenas salen y cuando lo hacen son para recordarnos que estamos leyendo un libro con la palabra dinosaurio en la portada. Dicho esto, que quede claro que esta segunda parte me parece muy bien escrita y con una trama ágil y complicada que ha resultado ser mucho más interesante de lo que prometía. El regusto amargo de no ver dinosaurios es latente durante toda la lectura y puede que esta pequeña-gran decepción afecte a la lectura, pero eso no le quita los puntos positivos a la intriga palaciega y al interés de la misma.

Victor Milán no explora todas las posibilidades que podía dar introducir dinosaurios en un entorno pseudo-medieval, sino que se centra más en los conflictos políticos de este mundo. Es decir, los dinosaurios pasan a ser un reclamo publicitario para el lector. El ritmo de la novela es estable y la narración es ágil y fluida, algo que ayuda al tipo de trama de la novela. El autor demuestra que lleva en el oficio mucho tiempo, y aunque no destaca por nada especialmente, se nota que lo que hace, lo hace bien; sin pretensiones ni artificios. Cada capítulo es un POV (Point of View) de varios personajes, ofreciendo esa visión coral de la historia. Además, aunque la historia está repleta de violencia, el autor consigue darle un aire sarcástico que en ocasiones puede recordar a Joe Abercrombie (salvando las obvias diferencias).

En definitiva, The Dinosaur Lords no es la frikada que uno puede esperar, pero en vez de ello se trata de una entretenida y notable novela de fantasía épica con una trama palaciega muy trabajada. Es una novela que recomendaría a los voraces consumidores de la saga Parque Jurásico, a los coleccionistas de figuras de resina de diferentes bichos y a los que se han tragado decenas de documentales (aunque podría ser el mismo, quién sabe) de la 2 sobre los saurios. Es una novela que genera sentimientos ambiguos, pues me siento relativamente engañado, pero si no fuera por el reclamo no la hubiera leído nunca y he descubierto una obra interesante que está por encima de la media (tampoco demasiado, no nos pasemos).