Nota previa a la reseña: Cuando este libro cayó en
mis manos yo no conocía nada del autor, ni conocía nada de sus premios ni de su
polémica, de los cuales me voy a abstener de comentar y solo quería hacer este
pequeño inciso. Mi opinión es mía y me la f****… leo cuando quiero. Os enlazo un par de reseñas interesantes en Leemáslibros y en La biblioteca de Ilium
Cenital es una novela extraña,
diferente, que me ha causado sensaciones contradictorias durante todo el
trayecto que duran sus páginas. El principio me causó discordia, los primeros
capítulos de introducción me engancharon pero eran insulsos y lo primero que
leo, como estudiante y universitario es esto:
“De tanto darle la vara le dieron una beca” No entiendo muy bien esta afirmación. ¿Le dieron la
vara y luego le dieron una beca?¿Él dio la vara y le dieron una beca por eso?
Porque a mí este año no me la dan ni que me inmole en medio del patio de mi
campus, no cumplo los requisitos y me jodo. Pero el autor nos aclara que no es
una beca normal, es una beca para trabajar en el gobierno de espionaje (joder
con Españistán). Hasta aquí es poco creíble, pero como buen lector que soy,
seguí adelante.
La novela se intercala en cuatro
planos, el presente, el pasado, el blog de Destral y citas de artículos, letras
de canciones o citas de libros. Lo más interesante es el presente, donde una
eco-aldea malvive dentro de sus posibilidades cual comuna hippie donde los
problemas como los preservativos o el grano y su cosecha están a la orden del
día, además la aldea es atacada repetidas veces. Esto nos lo cuentan a partir
de flashbacks, mientras se explica una breve historia de cada uno de los
personajes más importantes de la aldea, se nos dan detalles sobre la formación
de la misma. Es un recurso muy arriesgado pues la trama central queda
totalmente paralizada pero a mí me gustó.
Emilio Bueso y su Cenital, editado por Salto de Página. |
Lo que no he disfrutado
apenas son las citas, menos un par o tres que tengo guardadas. Bueso nos
maquilla la obra intercalando entre capítulos, fragmentos de artículos o citas
que dan credibilidad a su historia. Bien, yo la mayoría ni los leí (la lectura
fue posterior, para escribir la reseña) pues si el ritmo se veía interrumpido
con los flashbacks, con los carteles publicitarios del apocalipsis moría del
todo. Os pondré algún ejemplo breve:
“Tremendo contraste entre el crepitar del fuego y la paz de su ceniza” José Luis Coll
“Cuando veo a un adulto en bicicleta no pierdo las esperanzas por el futuro de la raza humana” H.G. Wells
Además de otras de Mad Max,
Ali G, Siniestro Total, etc. Son poéticas, son esclarecedoras, pero creo que
con una o dos a principio de novela me sobraba. Son un total de 22 citas, (las
he contado) 22 páginas de 278 que personalmente me sobran.
El blog de Destral son
capítulos en cursiva que he disfrutado mucho. El protagonista es una especie de
visionario loco medio hippie como los que nos encontraríamos por la calle, o
por cualquier rincón de internet, que predica el apocalipsis, el final de la
era energética y la vuelta a la caverna. El ritmo narrativo de estos capítulos
es excelente y el lenguaje usado me hacía sonreir a la vez que mirar a mi alrededor
pensando ¿Y si…? Estos capítulos son
100% creíbles sin la necesidad de citas que no aportan nada al ritmo. Nos
facilita información que parece o es real, que parece o está contrastada y que
sin duda nos hará enchufar a Iker Jimenez en Cuarto Milenio el próximo domingo.
Además Destral usa este blog como medio de reclutamiento. A primera instancia
puede parecer una estúpida forma de llenar tu poblado hippie de neohippies
pijos que no saben plantar un huerto. Según avanzamos en la novela veremos lo
selectivo que es Destral, llegando a aniquilar a aquellos que se acercan sin su
permiso al poblado.
Destral. Destral es un hijo
de puta de los buenos, un cabrón despiadado cuya única intención es sobrevivir,
él y su eco-aldea. Su evolución es notable, hasta el final, donde nos sorprende
con un giro de guión que quizá se podría considerar un poco Deus Ex. El
capítulo del pasado de Destral se nos cuenta al final, es el último personaje
del que nos habla Emilio Bueso, creo que aquí ha querido jugar con el
complicado recurso del “detalle oculto”, escondiendo cierta información para
dar un giro de guión que se nos caerán los huevos al suelo.
Me ha costado contextualizar
la novela, no sabía si pasaba cerca del mar, en medio de la península o cerca
de un río hasta quizá la mitad de la novela. Mi imaginación no podía salir de
las murallas de la aldea, poco podía imaginarme más allá. Creo que es un
recurso buscado, pues sus habitantes tampoco se atreven a salir del lugar
debido a la cantidad de violencia gestada en el exterior. Emilio Bueso nos deja
claro y con bastantes datos que la crisis energética ha creado nuevas fronteras
pues el transporte no es viable y las energías renovables están demasiado
verdes, algo totalmente creíbles, por lo que una España pobre se empobrece
todavía más y queda aislada. En ningún momento deja la puerta cerrada a que pueda
existir algún lugar que no haya vuelto al canibalismo, pues los únicos datos
del exterior que tenemos son los que nos facilita con los flashbacks de los
habitantes de la aldea de Cenital.
Mi ejemplar de Cenital con sus postits y sus notas y sus cosas. |
Otro detalle positivo es la prosa de Bueso. Actualmente estoy leyendo Diástole y he podido
constatar que es su estilo. El autor sabe jugar con la sorpresa y sabe impactar
al final de cada capítulo. Los ases en la manga son su especialidad, otro
movimiento complicado.
Cenital, en definitiva, es
para mí una novela de zombies, sin zombies. En mi opinión, así como en su época
el vampiro era la figura de la hambruna y la peste, los zombies son la crisis y
el consumismo del siglo XXI, devorándolo todo. En Cenital los zombis se han
bebido el petróleo pero no aparecen en escena, pues son algo intangible,
son la crisis, son la distopía, son el apocalipsis humano. La metáfora es
clara, si seguimos con este ritmo, ningún virus vendrá por nosotros, ninguna
catástrofe asolará la tierra creando radiaciones insostenibles.
Con Cenital queda clara una
cosa: los humanos no sabemos valernos por nosotros mismos, y basta un corte de
luz para comprobarlo.
“Buena suerte.La vais a necesitar”.
Me ha interesado que tres blogs que conozco, que considero fiables, hayan reseñado a la vez esta novela.
ResponderEliminarA priori las tres reseñas me parecen válidas. Es decir, son honestas (por descontado) y creo que están bien planteadas. Uno no deja de sorprenderse de los diferentes puntos de vista que puede adoptar la reseña de un mismo libro (algo de esto estoy aprendiendo).
No es que no quiera “mojarme” y decantarme por alguna (en este caso me limitaría a no comentar). Supongo lo vería más claro si hubiese leído el libro, cosa que no tengo prevista por el momento. También podría entrar en matices sobre si una me parece más “profesional” que otra, o bien discutir algunos enfoques concretos pero atengo a lo dicho: considero que las tres son correctas.
Gracias por pasarte girotix.
EliminarLa verdad es que con argumentos toda opinión es válida. Si no te animas con Cenital puedes leer Diástole, que considero mucho mejor que Cenital.
Me escriben un resumen porfas
ResponderEliminarLa leí muy rápido la primera vez. Deseaba llegar rápido al desenlace final. Mi opinión fue demasiado catastrofista. La sociedad está deshumanizada, pero después de inmensas catástrofes sabe adaptarse a las situaciones. Espero que sea así.
ResponderEliminar