Hace ya algún
tiempo termine la segunda parte de Los Caminantes de Carlos Sisí, y tengo que
decir que hasta ahora no me he atrevido a hacer la reseña. Pocos libros, que yo
recuerde, me han hecho pasarlo tan mal, y me han tenido tan enganchado como lo
hace Los Caminantes.
He compartido
la ansiedad y el dolor, la angustia y el miedo de los personajes. Recuerdo
incluso haber tenido ese sudor frio en la frente, que algunas escenas y
situaciones de la novela me producían.
La portada
del ilustrador Alejandro Colucci es una obra de arte, tanto la de esta novela
como de la primera y la tercera parte. Simplemente geniales. Además la edición
es muy cómoda de leer.
Necrópolis
empieza donde se cierra la anterior novela, en el campamento de Carranque en
Málaga. Todo va bien, hasta que Juan Aranda decide marcharse a explorar. Es ahí
donde empieza la novela que no da ni un solo descanso al lector.
¿Crees que
esto no podría complicarse más? Carlos Sisí te demuestra que la tuerca puede
girar más y más. Cuando crees que los personajes están en su límite, vuelven a
tropezar y esta vez todavía de una forma peor.
Aparecerá un
nuevo villano sin escrúpulos, un asesino que disfruta matando y que pondrá a
Carranque en jaque, mientras nuestros protagonistas (Dozer, Uriguen, Susana y
José) tratan de averiguar la procedencia de una sirena misteriosa que proviene
del puerto de Málaga. No os olvidéis de Moses e Isabel, dos miembros de Carranque que las
pasan canutas en esta entrega.
Se introducen
dos personajes muy interesantes en este nuevo libro (aunque debería decir tres)
que son conmovedores. Recuerdo leer sus capítulos y pensar continuamente (por favor
que no les ocurra nada).
En el final
de la novela tenemos un guiño a Manuel Loureiro (o yo lo he interpretado así).
La tercera novela deberá empezar con ese guiño.
Me atrevo a
decir que Carlos Sisí ha creado uno de los villanos más interesantes, odiables,
ominosos y repugnantes a la vez que magistrales de la literatura. El padre
Isidoro es un personaje que página tras página deseas que muera y a la vez que
siga ahí complicando la vida a los personajes. Pero claro, no solo existe este
villano, al contrario como ocurre en muchas otras novelas Z, los zombies pasan
a un segundo plano. En Los Caminantes el principal enemigo siguen siendo los
infectados que serán usados siempre como arma, como principio y como desenlace.
Nuestro apocalipsis.
Carlos Sisí
escribe con soltura y con una lírica excelente. Es fácil de leer, a la vez que
enriquecedor. Solo por como escribe vale la pena acercarse a estas novelas que
recomiendo sin duda.
Todavía tengo
pendiente la tercera parte que preferí
dejar temporalmente aparcada por una sencilla razón: tenía que digerir tanta
tensión y malrollismo antes de
ponerme con el desenlace (que pavor me da).
Además tengo
pendiente de leerme también La Hora del Mar, del mismo autor, novela que
Koreander ha reseñado en su blog al que os invito a entrar. Pronto la reseñaré
aquí.
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