Mientras escribo esto noto como voy
perdiendo un poco el sentido. Me encuentro sentado en la incómoda silla de mi
escritorio. Escribo a mano ya que des que me mudé, no he encontrado trabajo y
no puedo permitirme pagar la luz. Y mucho menos tener un ordenador. Recuerdo
cuando escribía en ordenador. Lo cómodo que llegaba a ser, pudiendo borrar y
modificar una y otra vez. Ahora cada vez que corrijo este párrafo gasto un
papel que precisamente no me sobra.
A lo que iba, hoy me levante de buen humor
y algo inspirado, asique decidí coger lápiz y papel y ponerme a escribir.
Recuerdo que no paraba de pensar en unos panfletos propagandísticos que me
habían dado unos universitarios por la calle el día anterior. Pero tampoco
quiero enrollarme con palabrería. El asunto que me trae aquí es que después de
comer un poco de pan duro mojado en leche para desayunar, llamaron a mi puerta.
Hacía mucho que no tenía una visita así
que decidí arreglarme un mínimo. Me aplasté el pelo con agua en la pica de la
cocina y fui a abrir. Mi sorpresa fue que allí no había nadie. Esperaba
encontrarme como en las películas, una nota en el suelo, pero ni siquiera eso.
Una puta broma de críos. Genial, empezamos bien el día.
En el bloque destartalado de pisos donde
vivo hay muchas familias pobres con una cantidad ingente de criaturas. Yo me
pregunto cómo se puede procrear de una manera tan basta cuando no tienes ni un
duro para alimentar a tus pequeños. Por eso prefiero vivir solo, comer solo y
sobrevivir por y para mí.
Volvamos al caso. Salí un poco cabreado al
pasillo, para fijarme si los críos se habían escondido en alguna esquina para
reírse de mí. Bueno, lo habrían conseguido si hubiera habido críos, ya que mis
pintas, con unos calcetines dobles subidos casi hasta la rodilla, unos
calzoncillos un poco descoloridos y mi camiseta de propaganda no daban mucha
credibilidad para intimidar a unos pobres diablillos. Cuando me disponía a
entrar en mi apartamento fue cuando lo vi y pensé que quizá las películas no
iban tan desencaminadas...
Me habían hecho un grafiti de color rojo en la puerta de mi apartamento.
Ponía literalmente:
Escribe todo lo que te ocurra a partir
de ahora.
No entendí muy bien el mensaje, pero
cuando iba a volverlo a leer, simplemente no estaba. Mi jodida cabeza me estaba
jugando una mala pasada. Entré en casa y me dispuse a fumarme un pitillo cuando
de pronto volvieron a llamar a la puerta. Aquello estaba empezando a cabrearme.
En el grafiti de la puerta ponía:
Si no lo escribes olvidarás una parte de
tu yo, quedas avisado.
Genial, un grafiti con amenaza. No tenía nada que hacer, pero tampoco iba a
hacer caso a un mensaje pintado en la puerta que desaparecía cuando lo acababa
de leer. No tenía sentido. El problema empezó cuando fui a cambiarme de ropa y
no recordaba donde estaba mi habitación, bien ahora lo recuerdo o quizá
simplemente es que la encontré. Pero me sentía extraño en aquel piso. Vaya,
este piso. Creo que no es mi piso.
Aquello me acojonó, no lo voy a negar. Así que empecé a escribir esto, y
desde entonces no he parado de contar lo que me ha pasado.
…
Creo que me voy a volver loco. He parado diez minutos para fumarme un
pitillo cuando han vuelto a llamar a la puerta de mi piso. Fui
corriendo a abrir por si pillaba al listillo que me estaba jugando esta mala
pasada pero nada. Ni rastro. Solo el pasillo en penumbra con su yeso
desconchado y sus manchas de humedad. Vaya, no sabía que hubieran manchas de
humedad en aquel pasillo. Eran realmente grandes, quizá debiera ponerles
nombre.
En la puerta ponía:
No te he dado permiso para parar de
escribir. Los recuerdos se esfuman como nuestros sueños frustrados.
Por lo que volví aquí y me puse a prueba. Bueno, pues no consigo recordar
porque vine a este piso. En realidad no creo que esa mierda de la puerta sea
real. ¿Porque lo iba a ser? Quiero decir: ¿a alguien le ha pasado alguna vez?
No. O por lo menos no lo hizo público en algún programa de prensa rosa. Pero me
molesta mucho no recordar el motivo de mi mudanza, y por el estado de las
maletas que hay en mi dormitorio, o hace poco que llegué, o me iba a mudar a
alguna parte. El problema es que no recuerdo eso.
…
Esto empieza a ser realmente molesto. Fui a buscar el teléfono, pero claro,
no hay luz en este piso. El problema fue que volvieron a llamar a la puerta
mientras iba en mi búsqueda.
Pronto no serás nadie. Una carcasa sin
recuerdos, ni esperanzas, ni sueños. Pronto no serás nada. Sigue escribiendo, o
perderás lo poco que queda de tu yo.
Por cierto, soy tu soñador.
No sé si soy yo, pero creo que esto se está volviendo realmente raro.
Básicamente porque no recuerdo mi nombre, y esto empieza a ser preocupante. No
tengo huevos a levantarme e ir en buscar de ayuda. No sé, ir al médico, quizá
tengo una de esas amnesias de las que salen en los thriller de
acción. Una cosa es cierta, este mensaje es el más largo.
Como estoy realmente asustado y según el mensajito, solo puedo escribir,
voy a ver si puedo analizar los mensajes que me han puesto. Quizá consiga curar
este prematuro alzhéimer.
No recuerdo que hice ayer, por lo que he escrito aquí, pasé cerca de alguna
universidad, es todo lo que se. Bien Holmes, lo estás haciendo realmente bien.
El problema es que no he firmado este documento antes de empezar a escribir,
por lo tanto no se mi nombre. Nunca he sido una persona realmente soñadora, ni
me considero especial. Tampoco tengo demasiadas esperanzas. Veo un mono de
trabajo tirado en el suelo, supuestamente trabajo en una pizzería llamada Pizza,
realmente original. O quizá me han echado y por eso tengo esta resaca. No lo
sé. No tengo ni idea.
Vale, suponiendo que todo esto que me está
ocurriendo es real. Que no estoy en un sueño, ni estoy drogado ni nada por
estilo. ¿Qué significa eso de Por cierto, soy tu soñador? El que me la esté jugando se ha pasado un poquito con eso. Hace tiempo leí un
libro para el instituto que hablaba de una situación parecida. El gracioso se
considera una especie de Dios. Y una mierda. Esto ya está sobrepasando mis
límites. Que le den por el culo, voy a dejar de escribir mientras esté en el
pasillo, a ver si ese gracioso aparece.
Bueno, ahora ya estoy en el pasillo, es un
poco incómodo escribir en esta pared. El lápiz se hunde y ya he agujereado el
papel un par de veces. La verdad es que no me atrevo a dejar de escribir. A la
de tres… uno… dos…
…
Creo que en breves momentos no podré volver a escribir, nunca más. No
debería haber dejado de escribir. Contaré brevemente lo que vi antes de que lo
poco que queda de mí, desaparezca.
Cuando dejé de escribir apareció frente a mí un mensaje. Se iba dibujando
lentamente, como si alguien invisible lo dibujara. Aún recuerdo qué ponía:
No puedes jugar conmigo. Despídete de
todo lo que aún recuerdas. A partir de ahora serás una persona ciega, sin
esperanzas, sin sueños. Un autómata. Por dejar de crear, por dejar de pensar,
tu vida ha dejado de tener sentido. Bienvenido a tu condena.
…
Esta mañana me levanté de la cama dispuesto a ir al trabajo y vi esta nota
en el escritorio. Creo que es un panfleto que me dio algún universitario. Vaya
bazofia. No sé ni porque lo debí coger.
Alexander Páez
Dedicatoria especial a todos los que llevan manifestandose des del 15M en Madrid, y en todas las demás ciudades de España. A los que han acampado y a todos los que lo apoyamos des de las redes sociales y demás. Si no nos dejan soñar, nosotros no les dejaremos dormir. ¡Ánimo!
Sencillamente genial. Muy original, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarGracias por el comentario! Me alegro que te guste!
ResponderEliminarUn saludo
Paris, 24
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