No es novedad
la frase que solemos escuchar, donde se sentencia nuestra falta lecturas
clásicas dentro de cualquier género, por más y más que leamos, siempre existirá
una persona que sentenciará: “¿No has leído X?” Y apesadumbrados negaremos con
la cabeza, o en algunos casos, asentiremos rezando porque nuestro interlocutor
no saque a flote algún tema de ese libro o autor. En mi caso, Tim Powers era un
autor muy pendiente desde hacía mucho tiempo, y es que ver La fuerza de su mirada, En costas extrañas o Las puertas de Anubis en
numerosas conversaciones sobre género solo hacía que incrementar mis ganas por
solucionar mi deuda pendiente con el autor. En gran parte de estos casos (que
son muchos) uno necesita más de una motivación de peso para ponerse a ello, en
este, fue el festival Celsius232 que se celebra en Avilés. La gota que colmó el
vaso y posó sobre mis manos Las puertas
de Anubis y el tomo de cuatro relatos que ya reseñé por aquí.
Tim Powers es
un autor bien conocido por sus obras de fantasía publicadas en los 80 y los 90
que lentamente se están convirtiendo en clásicos del género fantástico o por lo
menos son obras de referencia clara. En este caso no podemos dejar de hablar
del steampunk.
El steampunk a grandes y generales trazos
se sitúa en una sociedad donde el vapor le ha ganado la partida al petróleo y a
la electricidad y toda la tecnología desarrollada a partir de ahí está plagada
de engranajes y maquinaría que funciona con combustible carbón. Generalmente
presenta características victorianas o se sitúa en el siglo XIX británico.
Bien, esto son generalizaciones que, de hecho, desde 1980 (época en que se
publicó la primera obra steampunk) se están intentando romper y superar. Salir
de la sombra del vapor es complicado y por el momento no hay muchas obras de
este subgénero muy destacables a pesar de la gran capacidad que aporta. Además
mi definición es bastante simple y escueta, pero solo quiero dar una pincelada
sobre la definición tan manida de steampunk.
Una de estas
características tan desaprovechadas es la ucronía (que Eduardo Vaquerizo
utiliza Danza de Tinieblas y Memoria de Tinieblas). El hecho de que la
industrialización no haya llegado, ayuda a poder modificar de cierta manera
algunos aspectos de la historia que conocemos y de esta forma especular con el
“qué hubiera ocurrido si…”.
Homúnculo de
James Blaylock publicado en 1986 y Las Puertas de Anubis en 1983 dan inicio a
este subgénero situando sus escenarios en el siglo XIX y como ya he comentado,
especulando sobre todo, con el tiempo, en gran parte inspirada en la gran obra
de H. G. Wells, La máquina del tiempo.
Y entonces
llega la gran pregunta y aunque al plantearme esta reseña era algo que quería
evitar, creo que puedo intentar especular sobre la misma. ¿Qué tiene este libro
sobre steampunk? Y más concreto todavía ¿Por qué la llaman precursora del
steampunk?
Para arrojar
luz sobre la incógnita que siempre recorre a los lectores que terminamos este
libro voy a comentar primero el libro en sí, y finalmente, intentaré a partir
de ahí sacar alguna conclusión.
Las Puertas
de Anubis se mueve en los territorios de la fantasía histórica, en este caso en
el siglo XIX. En vez de introducir elementos fantásticos en una novela
histórica, Powers introduce sus personajes y su trama dentro de un contexto
histórico real y totalmente documentado, de hecho con apariciones de personajes
reales de la época sobre todo personas relacionadas con la literatura
anglosajona. Pero siempre hay un gran elemento fantástico, que aunque
perfectamente creíble, le da a la novela ese punto que nos permite adentrarnos
en una historia que sin el ingrediente de fantasía, no podría suceder.
En este caso
hay una mezcla de términos de ciencia ficción (los personajes viajan en el
tiempo, en este caso en el pasado, y conocen el efecto mariposa, por lo que
antes de adentrarse en su viaje lo planean con mucho cuidado, estudiando el año
al que viajan, por lo que Powers demuestra sus conocimientos de la época) y de
fantasía (estos viajes en el tiempo son provocados debido a un conjuro mágico
fallido. Al intentar invocar a un dios egipcio, el conjuro sale mal por alguna
razón lo que provoca una falla en la estructura temporal debido a la explosión
de energía. Esto crea unos agujeros de gusano que los protagonistas usan para
viajar. Además hay ciertos personajes con características poco usuales como el
payaso Horrabin.
En la novela
hay algunos sucesos y personajes reales como por ejemplo los poetas románticos
Byron y S. T. Coleridge (además del ficticio William Ashbless, esencial en la
trama y que de hecho sale como secundario en una novela de James Blaylock). La
masacre de los mamelucos perpetrada por Muhammad Ali en 1811 y la rebelión
fallida de James Scott duque de Monmouth contra el rey Carlos II de Inglaterra
en los 1680.
La historia
empieza en el siglo XX en 1983 con Brendan Doyle (hay un prólogo donde se
cuenta la invocación fallida del dios egipcio). Este personaje es un profesor y
estudioso de los poetas románticos del siglo XIX en concreto un experto en
Coleridge y Ashbless. Cierto millonario contrata a Doyle para dar una
conferencia y realizar un viaje al pasado y conocer al propio Coleridge. Éste
acepta y ahí es donde empiezan sus problemas ya que durante su estada en el
pasado, debido a ciertos errores, él queda varado en la fecha de 1810.
Brendan Doyle
realizará cualquier cosa para sobrevivir, desde vender cebollas, hasta unirse a
un clan de ladrones. A su vez intentará escapar de la persecución incesante de
los gitanos y el payaso demoníaco.
Por lo tanto
volvemos a la cuestión sobre el steampunk. Para empezar no fue Tim Powers quien
impuso esa etiqueta a su obra, ni fue (creo) su intención la de escribir algo “steampunk”
pero como se le otorgo esta etiqueta uno cuando habla de esta obra tiende a ver
en ella elementos comunes con este sub-género. Personalmente creo que no se
debería catalogar esta obra como steampunk sino más bien como predecesora o la
semilla de la cual germinó el subgénero debido a ciertos elementos originales y
rompedores con la fantasía actual.
Viajes en el
tiempo al siglo XIX y los trajes de época es lo único que yo llamaría
propiamente steampunk de esta novela, pero como ya hemos dicho antes, si que
deja ver algunos precedentes que más tarde irán evolucionando.
En cambio me
gusta más analizar esta obra como una gran historia de aventuras con elementos
de ciencia ficción y fantasía convencionales (viajes en el tiempo, magia y
dioses poderosos) insertados de forma brillante en un contexto histórico real
donde su veracidad gana muchos puntos. La magia en esta novela es algo que nos
podemos creer. Es una magia disimulada y que excepto en algunas escenas algo
ambiguas, lo que hace es desencadenar la historia.
Para poner el
broche final quiero advertir que mi opinión no ha sido del todo positiva con la
novela. Hay tramos que se me han hecho monótonos o aburridos ya que las novelas
de aventuras provocan ese efecto en mí. Pero diálogos brillantes, escenas
memorables y personajes entrañables han hecho de este un gran viaje que quiero
recomendar a todo el mundo. No os aconsejaría iniciaros con Powers con esta
novela, pero sobre todo tenedla muy en cuenta cuando penséis en este autor.
Como detalle antes
de terminar me gustaría dejar un detalle que he encontrado en algunas reseñas
inglesas y algunos artículos. Se dice, y esto es un rumor, que Horrabin, el
payaso de los suburbios, fue inspiración para el payaso de It de Stephen King.
¿Curioso, verdad?
Muy interesante la reseña, gracias!
ResponderEliminarTenía intención de empezar con Tim Powers con esta novela, pero siguiendo tu recomendación, ¿con cuál me recomendarías hacerlo antes?
Hola Garion, quizá deberías empezar con En Costas Extrañas que tengo entendido que es la mas amena.
EliminarLo leí bastante joven...me has animado a desempolvarlo(lo que rondamos la treintena aun nos acordamos de ese extraño objeto llamado libro en papel, verdad?jejeje) y releerlo :D
ResponderEliminarUna relectura seguro que te aporta nuevos detalles. Nunca se es demasiado viejo ni demasiado joven para disfrutar leyendo ;D
EliminarHe leído este libro varias veces, y cada vez descubro algo nuevo. Lo recomiendo sin dudar.
ResponderEliminarEs un libro plagado de detalles, cada relectura debe ser mejor :D
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