La hibridación
de géneros es algo que aplaudo y que me encanta leer. Creo que salir de la zona
de confort tanto para lectores como para escritores es gratificante y siempre
un soplo de aire fresco. Últimamente estoy teniendo la suerte de leer numerosas
obras que trascienden el género, o que aportan detalles de otros géneros para
sumarlos y hacer un producto diferente y original.
The Buried
Life es algo así. Al principio parece ser una novela steampunk (sobre todo por
la ambientación inicial), después pasa a ser post-apocalíptica, pues un
cataclismo ha asolado el lugar. La novela también tiene detalles de fantasía
urbana. Por lo tanto nos encontramos con una historia llena de matices.
Carrie Patel
ha creado la ciudad de Recoletta y nos la muestra de la mano de dos personajes
principales. Una detective llamada Liesl Malone y Jane, la lavandera. Malone es
una detective dura y viste de negro. Para nada un tópico (Salander). Y Jane es
todo lo contrario, amable, con amigos y por supuesto trabajadora y honesta. Malone
tiene que investigar una serie de asesinatos de los miembros del Consejo. Como
suele ocurrir en novela negra y en policíaca, la detective protagonista deberá
investigar de manera independiente los hechos.
Recoletta es
una ciudad gobernada por el Consejo (Council) los cuales gobiernan sobre casi
cualquier entidad dentro de la ciudad ya sean las fábricas o la autoridad
(policía). El Consejo, por supuesto, regula la capacidad de acceder a
información de la población.
Cuando hablaba
de steampunk me refería a algunos detalles bastante típicos en el género. La
sociedad ha retrocedido hasta un nivel de tecnología igual al de la época
victoriana. Hay un metro y tren, pero no existen los coches, se siguen usando
los carruajes. La forma de vestir y la sociedad también están estructuradas de
forma que recuerda a ese steampunk que todos tenemos en mente cuando pensamos
en la definición.
¿Es tan
complicado salir de los tópicos de este subgénero? Aunque después la novela
sigue otros senderos (algo más postapocalíptico), no puedo evitar pensar que lo
poco del steampunk que coge, es lo más común y más sencillo. Como si para
escribir una historia de fantasmas nos ponemos en un cementerio y se aparece un
espectro. O en una historia de fantasía nuestro protagonista es un héroe que
mata dragones. Creo que el steampunk es un género que puede dar mucho juego y
es muy versátil, pero parece que por el momento hay poco atrevido a jugar y
experimentar con el mismo.
De todas
formas hay un problema en la novela y es que no acabamos de situarnos en un
lugar en concreto. No sabemos si es un mundo totalmente alternativo, si se
sitúa en nuestro planeta en una versión futurista. Al final de la novela
tendremos más detalles sobre este punto, pero hubiera sido positivo para mi
lectura que este dato hubiera sido facilitado más inicialmente ya que creo que
no consigue el efecto esperado siendo revelado tan tarde.
Tengo pocas
manías lectoras, pero una de ellas es bastante importante y es la coherencia en
una historia. No suelo llevar muy bien las historias que piden fe y como poco
creyente que soy, yo solo creo lo que leo, si no ha sido sugerido, nombrado o
dicho anteriormente y de pronto aparece, para mí es un mal recurso. En The
Buried Life hay un par de escenas de este tipo que supongo que existen para
demostrar lo molona que llegar a ser la detective Malone.
Esto hay que
sumarlo a que la información es facilitada de forma sencilla y sin agobiar
mucho al lector. Es complicado perderse en la lectura ya que periódicamente
tendremos recordatorios de lo que ha ocurrido con detalles. Me hubiera gustado
que los misterios fueran eso, misterios. Pero como lector no me he sentido
retado por la autora. Pocas cosas me han mantenido enganchado a la novela, una
de ellas ha sido ese supuesto Cataclismo que ocurrió y dejó a la civilización
en un retroceso evidente.
La escritura
es buena, tiene calidad, a pesar de que la historia no es el punto fuerte creo
que las descripciones y la forma de escribir son sorprendentes. Si no me
equivoco esta es una novela primeriza y el inicio de una saga. Patel demuestra
tener talento para contar historias y aunque el argumento y el desarrollo no
sean especialmente buenos, la forma de relatarlo promete y es entretenida, por
lo que seguramente lea la siguiente entrega de esta saga, todos necesitamos más
oportunidades y ya sabe uno lo que llega a evolucionar un escritor de un libro
al siguiente.
Mención aparte
al apartado gráfico de la novela que me ha parecido impresionante. La portada
llama y mucho, pero esto es algo que ocurre con casi todos los libros de Angry
Robot.
The Buried Life es una novela que inicia una saga prometedora. Si los lectores superan el 50% de la novela, verán que a partir de ahí la narración se vuelve más adictiva y acabaremos la historia deseando poder leer el siguiente tomo. Yo personalmente espero que tenga más calidad que el anterior que aun así no me ha parecido malo, solo efectista y repleto de tópicos. No es una historia original, pero sí que es entretenida y está bien escrita.
Podéis leer esta reseña en inglés en Sense of Wonder
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