Ronin de Francisco Narla [Reseña]


Hace algún tiempo que me leí Assur. Una novela en que las incursiones vikingas por el cantábrico asolaban Galicia. El tema me pareció brutal y poco visto. Además la novela versaba sobre Leif Erikson, Groenlandia y Canadá. Solo había un pequeño problema, la enorme longitud. Problema que quedó anulado cuando me vi sumergido totalmente por la historia.

En la portada de Assur vemos al protagonista caminando hacia un futuro incierto. En Ronin se usa el mismo concepto, el protagonista, de espaldas mira al horizonte. Como comprenderéis, mis ganas de leer el libro eran enormes pues para mi Assur es una gran novela. Mi alegría fue mayor cuando recibí el ejemplar de promoción del sello Temas de Hoy.

Assur y Ronin se encuentran
Sería injusto comparar Assur con Ronin, pero a veces es inevitable. Empecemos con la parte positiva: Ambas novelas tienen una enorme y titánica labor de investigación. No deja de sorprenderme la cantidad de personajes, situaciones y escenas que ocurrieron y que son hechos históricos. Este tipo de labores no se desarrollan sin un gran número de horas invertidas y muchos historiadores dando consejos y recomendando vías de investigación. En este sentido, aplaudo a Narla, porque me ha impactado.

Una gran novela.
No acabaré de entender la necesidad casi visceral de las novelas de históricas de ser tan innecesariamente largas. No entro en el disfrute personal de un libro largo o corto, hay algunos lectores que se sienten más cómodos cuando el libro supera X número de páginas y otros todo lo contrario. Pero la irrefrenable necesidad de contar absolutamente TODO lo que ocurre, al más mínimo detalle, me parece innecesaria. Esto es algo totalmente objetivo, pues debe existir un tipo de lector al que le encante el horror vacui descriptivo. Entiendo que para contextualizar y decorar la escena hay que dar ciertos detalles básicos que nos ponen en situación y además demuestran que el autor ha hecho los deberes, pero personalmente, hay veces en que esto es excesivo y no solo corta el ritmo, si no que hace olvidar la trama y disminuye el interés por esta ya que su sentido se diluye.



El ritmo
El ritmo, ese gran enemigo tan difícil de domar. En Assur, creo recordar que el ritmo era bueno, por lo menos yo me leí la novela en una semana y media y es un libro bastante largo. De hecho fue algo sorprendente ya que alargué la lectura de aquella novela precisamente por esto. Con Ronin mis temores fueron correspondidos. Ronin se hace cuesta arriba. Descripciones demasiado largas, diálogos que a veces no tienen mucho sentido y sobretodo el narrador escogido y que de pronto cambia sin sentido. Todos estos elementos hacen de la lectura de un libro tan largo como Ronin, una tarea complicada de la cual yo no he salido entero.

Hay algo que especialmente me disgustó y es que durante una batalla, o justo cuando empieza una batalla, el narrador se aleja de los protagonistas, de golpe, sin avisar, y se posiciona en un nuevo personaje que ve las cosas desde fuera. La estrategia narrativa es tan confusa que no sabemos si el nuevo narrador es el mismo, si está en otro lugar, si está en el mismo… Y la profusión de adjetivos y detalles no hace otra cosa que crear más confusión cuando (creo) intenta solucionarnos la situación para que no perdamos el hilo.

Esto me resultaba incomprensible. ¿Por qué justo cuando llega una escena de batalla, llena de acción y donde el ritmo es muy importante, Narla decide explicar la situación  desde el punto de vista de alguien a quien no hemos visto en ningún momento de la novela y que solo sirve como recurso? ¿No sería más efectista vivirlo desde la piel de uno de los personajes que vamos conociendo? Saber qué piensa y cómo resuelve la situación…
Y este problema, para mí bastante importante se repite continuamente durante toda la novela.

Un japonés y un español
Los personajes son un logro en un sentido y un error en otro. Me disgusta un poco que Narla haya escogido un tópico del samurái japonés para protagonizar su novela. En Assur, ya tenemos a un hombre justo, sincero, amable, valiente, fuerte, etc. Estamos acostumbrados a ver y escuchar historias míticas sobre guerreros japoneses que luchaban de la forma más honorable posible y a veces nos olvidamos de que sea la cultura que sea, la vileza siempre ha sido predominante, que se lo digan a Akira Kurosawa. Es cierto que al principio de la novela vemos masacre y durante la novela, nuestro protagonista se cruza con indeseables por doquier, pero, ¿no debería él ser algo indeseable también? ¿Qué le empuja a ser 100% justo y honorable? Que el bushido diga esto o aquello no significa que fueran así. (Que puede ser) Pero yo me refiero al “fallo” en mi caso, de utilizar un tópico tan obvio. Me hubiera resultado más interesante utilizar un personaje más retorcido.

En ese sentido, Narla acierta algo más con su otro protagonista, Dámaso. Español, estafador, mercenario… Bueno, también es un tópico. ¿Y si se hubieran intercambiado los papeles estos dos personajes? Pero vaya, estoy divagando y esto es solo una interpretación personal.
El resto del coro no me ha interesado mucho a excepciones muy singulares y es que la cantidad de nombres y lugares terminan por abrumar. Si encima le sumamos que no sabemos bien dónde estamos o que la escena de acción es confusa, el lío ya es tremendo.

Culturas dispares
Pero no todo iba a ser negro. En esta novela me han resultado muy enriquecedores los numerosos detalles sobre la cultura japonesa que se comentan. Utilizando escenas y situaciones (a veces innecesarias) Narla aprovecha para contarnos más sobre el Japón de aquella época y darnos pinceladas a veces bastantes cargadas de información.
Comida, política, estrategia, guerra, tradición y algo que hasta ahora no me había interesado especialmente, el “Go”, un juego de tablero bastante curioso y especial. Si os interesan estos detalles probablemente disfrutéis de la novela.

Notas
Francisco Narla hace algo que ya puso en práctica en Assur, al final de la novela nos deja un jugoso cuaderno de notas con detalles y apuntes MUY interesantes sobre su investigación de la novela. En él nos cuenta dónde se ha tomado libertades históricas para añadir detalles propios y qué situaciones, personajes o lugares fueron reales.

Para mí fue lo más interesante de la novela ya que el tono más desenfadado, más frío y menos melodramático de esta parte se me hizo mucho más llevadero. Además, en este cuaderno noté al autor mucho más honesto y menos forzado que durante muchas partes de la novela. Aquí era escuchar a Narla hablar de algo que le apasiona, sin necesidad de efectismos.

Conclusión
Creo que de una gran novela (y no lo digo por el tamaño) se ha quedado en algo que podría haber sido. Reitero que la investigación me parece muy loable y ha debido de ser bastante grande, pero la parte narrativa e interpretativa se ha quedado muy corta.
Creo que las escenas no están suficientemente trabajadas y muchos pasajes se hacen pesados e interminables y otros confusos y caóticos.

Sin duda la decepción más grande de este 2014, una novela que tenía unas expectativas enormes y que no ha cumplido más que un puñado. Muy a mi pesar tengo que decir que no he disfrutado la novela, de hecho ha habido varias ocasiones en que casi abandono la lectura pues no tenía ningún aliciente para continuar.


Personalmente recomendaría la novela a aquellos que disfruten con la novela histórica y con Japón. Con algo diferente y original, pero que se tomen con MUCHA calma las lecturas, que no les importe releer varias veces la misma página y continuar sin entender nada. Pero que tengan en cuenta que es una gran idea, una gran labor de proyección pero una pésima ejecución.  

Comentarios

  1. Alex: A tu recomendación de Assur sumo la de un primo al que que la novela le ha maravillado. Tengo los gorditos: Assur y El nombre del viento pendientes..
    Yo sólo espero disfrutar de un libro, sea corto o largo la cosa es secundaria. He leído los voluminosos "Los pilares de la tierra" de Follet o "La cúpula" de King, y los he disfrutado. Ahora bien "Los miserables" de VH me está abrumando.
    Por otro lado tu optimismo me sorprende. Mira que afirmar por estas alturas (que apenas va por un tercio el 2014) que ya has padecido la decepción más grande del año.¡Vaya optimismo! Y no es que quiera yo transitar el otro extremo y caer en el pesimismo de afirmar que la decepción más grande está por venir. Nada de eso, espero que tus lecturas sean gratificantes. Saludos.

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    1. Mi problema ha sido tener unas expectativas tan altas con la novela, por eso la decepción tan grande.

      No digo que el volumen del libro sea un problema, solo comento el detalle.

      Espero sinceramente que el resto de lecturas no sean como esta. A ver si aguanto 2014 sin desengaños.

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  2. Yo acabo de terminarla, y aunque las comparativas son odiosas (Assur me había sorprendido tanto...; y sigo recomendándola), creo que Ronin es una gran historia, con un poso importante.

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    1. Si lo de gran historia lo dices por el grosor del libro estoy de acuerdo contigo.

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  3. Lo siento, pero a mi tambien me ha decepcionado. Yo me la he dejado a medias, despues de empezarla con mucha expectacion y darle casi 100 paginas para ver si repuntaba y conseguia engancharme.
    El argumento castellano no me parece muy creible, es un poco plano y no pega ni con cola. La parte japonesa y filipina me gusta mas, (sobre todo pienso que la filipina daba para mas), pero va mezclando los relatos y hay partes que se hacen tediosas. Algunos personajes son descritos muy maniqueos. El secretario villano da mas grima que rencor. El unico personaje con el que te identificas al principio, un niño filipino, va y lo mata de primeras. Lo siento mucho, la empece con muchas ganas, pero me ha parecido floja. Quiza mejore la trama con mas hojas, pero se me han quitado las ganas de continuarla.
    Tambien añadir que hay una novela de trama de samurais que llegan a España, de Shusaku Endo, (¿"Silencio"?)que me parecio mejor. En fin ya lo lamento, pero a mi me ha decepcionado, aunque la propuesta inicial era muy buena.

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  4. Lo siento, pero a mi tambien me ha decepcionado. Yo me la he dejado a medias, despues de empezarla con mucha expectacion y darle casi 100 paginas para ver si repuntaba y conseguia engancharme.
    El argumento castellano no me parece muy creible, es un poco plano y no pega ni con cola. La parte japonesa y filipina me gusta mas, (sobre todo pienso que la filipina daba para mas), pero va mezclando los relatos y hay partes que se hacen tediosas. Algunos personajes son descritos muy maniqueos. El secretario villano da mas grima que rencor. El unico personaje con el que te identificas al principio, un niño filipino, va y lo mata de primeras. Lo siento mucho, la empece con muchas ganas, pero me ha parecido floja. Quiza mejore la trama con mas hojas, pero se me han quitado las ganas de continuarla.
    Tambien añadir que hay una novela de trama de samurais que llegan a España, de Shusaku Endo, (¿"Silencio"?)que me parecio mejor. En fin ya lo lamento, pero a mi me ha decepcionado, aunque la propuesta inicial era muy buena.

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