Durante el Celsius232 de 2013 Biurrun era uno de los
apellidos que sonaban en casi todas las conversaciones y es que las dos novelas
publicadas en Salto de Página rivalizaban en calidad con las de Emilio Bueso
(que han dado mucho que hablar pero no entraré en el tema). Yo no conocía para
nada al autor, pero seguido por mi curiosidad decidí adquirir un ejemplar de El
Escondite de Grisha y ya que Biurrun merodeaba por la zona, conseguirlo firmado
y dedicado (aunque fue un regalo).
Si algo cabe destacar del festival Celsius232 es la cantidad
de debates y conversaciones en las que surgen gran cantidad de títulos y
nombres. Como buena esponja que soy me encanta absorber la información y
retenerla, y a veces, te llevas una grata sorpresa.
Hasta hace poco, un mes aproximadamente, no me leí la novela
por razones ajenas a mí, pero debo decir que desde la primera frase, no pude
desengancharme de la lectura.
La narración está llena de trampas, ya que Biurrun no nos dejará
nunca saber hacia dónde vamos. Nos tapa los ojos con una venda y nos va
relatando la historia desde un prisma totalmente diferente. No sabemos nada del
protagonista ni de su pasado. No sabemos a dónde lleva la historia. Nos dejamos
llevar.
Acompañamos a Olmo, un aparente sencillo bibliotecario cuyo
camino se cruzará con el especial Grisha, un niño extraño que acude a la
biblioteca como parte de su día a día: escribir un cuaderno con los ojos
cerrados. Y es que el libro empieza así:
“Este duende tiene los ojos granes y encenagados como dos charcos de tormenta”
Con esta simple frase quedé enganchado a la narración del
libro. Con esta simple sentencia, todas mis lecturas quedaron abandonadas y me
lancé al abismo irrefrenable de la lectura.
Los personajes son la deliciosa guinda del pastel. Con una
profundidad abrumadora, Biurrun esculpe lentamente a Olmo y a Grisha. Olmo,
parece una persona sencilla, tranquila y sin muchas pretensiones, pero
lentamente descubriremos algo oscuro y podrido en el interior. Algo muy negro
que lucha por salir a flote. En cambio Grisha, parece un niño perdido, con sus
manías y sumergido en un mundo de locura, pero según pasemos las páginas iremos
levantando capas de su armadura para descubrir lo que realmente es, un niño. De
hecho, de los mejores personajes “niño” que he visto descritos nunca. Bravo.
Ambos personajes empiezan su andadura en un extremo de la línea,
y Biurrun nos los presenta en dos lados opuestos. Olmo lucha por ocultar algo
que lentamente va saliendo a la luz, y Grisha lucha por sacar algo que está
totalmente oculto. Cuando estos personajes se encuentran en medio de esa línea,
es cuando su historia empieza a ser narrada.

La prosa de Biurrun me ha parecido excelente. Llena de
metáforas preciosas y descripciones muy líricas. Hay escenas duras o llenas de
tensión en las que podía encontrar un brillo de belleza entre tanta convulsión.
Creo que el autor tiene un estilo muy bien definido.
El final… qué decir del final. La novela crea una tensión tan
grande, que en el momento de soltar aire me supo a poco. A pesar de que es un
gran final, noté que me faltaba algo. Cualquier cosa que me emocionara, que me
hiciera cerrar el libro y quedarme mirando el techo, perdido en mis
pensamientos. Pero no fue así. Me decepcionó un poco que el final fuera poco
climático. Pero cuidado, que esto no quite el mérito al libro, cada página del
libro es una maldita maravilla, es por eso que quizá el final se queda algo
corto.
A la pregunta de si el libro tiene género fantástico o no, solo os diré que la novela podría ser considerada como novela generalista, pero tiene detalles, pedazos de algo fantástico que acaban por llevar a la novela a ese terreno. Un fantástico experimental, híbrido y muy, muy interesante.
Aprovecho para decir que el viernes hablé con el autor y le
comenté algunas percepciones de la novela y que hablar con autores que aceptan
con tan buen humor el feedback me parece genial, además siempre es un placer
poder comentar tu opinión con el propio autor, en este caso claro, es positiva.
Hago dos menciones muy breves, una es a la portada, que me
parece una chulada. De hecho, la mirada del niño de la portada refleja a la
percepción la idea de Grisha presentada en el texto. Y la segunda es a la
excelente edición de Salto de Página y a su buen gusto. Este fin de semana tuve
también el placer de hablar con su editor y es una bellísima persona. De Salto
de Página lo compraba tóh.
Dicho esto. Leed El Escondite de Grisha. No tengo nada más
que decir.
No encuentro nada de Biurrun para comprar en formato electrónico (tengo un Kindle así que suelo comprar directamente desde Amazon) más allá de su último libro. Estoy intentando reducir mis compras en papel por falta de espacio y para tratar de ahorrar. Lo primero que leí del autor fue 'Un minuto antes de la oscuridad' y me pareció soberbio. Después de esta reseña, me quedo con muchas ganas de más.
ResponderEliminarYo también he leído Un minuto antes de la oscuridad y me gustó más Grisha. ¡Dale oportunidad al papel!
EliminarA mí me pasa lo mismo con el papel: nació mi hija y se acabó el espacio (y parte del presupuesto). Mis libros están en cajas bajo las camas.... a ver si se animan los editores a publicar más en digital.
EliminarY gracias por la reseña, me han quedado muchas ganas de leerlo
MIGUEL ANGEL